Una noche en el conurbano bonaerense

En el escalafón narco barrial gatillero está por debajo del sicario.

Su tarea no es matar sino amedrentar con unos disparos en las paredes de la casa o comercio de las personas que están en falta con la autoridad narco del barrio.

Lo que parecía una tarea sencilla de gatillero para Pablo, un joven treintañero que acaba de salir de la cárcel y vuelve al barrio, se complica de entrada. .

Así arranca la película dirigida por Cristian Tapia Marchiori, un western urbano protagonizado por Sergio Podeley que se desarrolla en una sola noche, en una sola locación y está filmada en un plano secuencia. Ha reconocido Tapia Marchiori que utilizó algunos truquitos para aparentar que la acción transcurre en una sola toma pero más allá de detalles técnicos, la película funciona en tiempo real: somos testigos de 80 minutos en la vida de Pablo.

La acción se desarrolla en las calles y pasillos angostos de Isla Maciel, un barrio obrero ubicado frente a La Boca, del otro lado del Riachuelo en Buenos Aires. La adrenalina de la historia arranca en el primer minuto y permanece en todo el metraje del film.

La acción se sostiene en las actuaciones y por la cámara nerviosa que va detrás del protagonista como si fuera un videojuego de disparar.

Todo tiene un tono tan real que perturba.

Está reflejada la desesperación de los vecinos por cambiar una violencia que les golpea la puerta y también la falta de oportunidades que tienen muchos personajes que ven el narcomenudeo y su entorno como su única herramienta de supervivencia.

Por momentos remite a la película paraguaya 7 Cajas (2012) por lograr, con pocos elementos, sostener la intriga; aunque Gatillero tiene un grado de crueldad mayor, en un tono que se asemeja a la recordada serie Okupas.

La Madrina

No podemos pasar por alto la participación de Julieta Díaz como La Madrina, líder narco del barrio en un papel que sorprende.

Gatillero está disponible en HBO max y vale la pena.

Hasta la próxima.