No hay gritos, ni lágrimas.
No hay sangre derramada, ni sonidos ensordecedores de cañones.
Son apenas un montón de papeles amarillentos y crujientes... como los huesos que se secaban al sol porque nunca encontraron una tumba.
Fotos en blanco y negro, descoloridas, desenfocadas, retratando hombres con armas, campos devastados por la guerra, cuerpos sin vida.
Como cierre del tema "La Guerra de Triple Alianza" y de estos relatos desprolijamente escritos que intenté compartir en este sitio, hoy les dejo estas antiguas fotos nacidas de la ambición comercial y la búsqueda de un buen negocio pero que resultó, con el paso del tiempo, en archivo fotográfico de la guerra más feroz y, sin duda, la más vergonzosa.
El testimonio mudo del padecimiento paraguayo son los primeros registros de una guerra en América Latina, por las mismas manos que registraron los sufridos en Paysandú, aquellos perpetrados por Venancio Flores y sus aliados brasileros. El pago de ese favor redundó en esta debacle.
Verán que todas las fotos llevan el sello de la Biblioteca Nacional y en su página pueden encontrar muchas más que las que acá comparto. (Uso y recomiendo visitar el sitio)
Gracias por estar, en la próxima volvemos a nuestro país con relatos de dictadura, magnicidio y derramamiento de sangre... pa' variar.
P.D. Solo voy a describir las últimas tres imágenes. La Bandera y las armas son parte de los trofeos de guerra que las tropas orientales se trajeron de Paraguay.
El 31 de mayo de 1885, por orden del presidente de entonces Gral. Máximo Santos, una comitiva uruguaya llegó a Paraguay con la misión de devolver dichos elementos tomados del campo de Guerra.
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