Hola a todes, bienvenidos nuevamente por esta parte del
blog.
Hoy llegamos a la tercera y última parte de esta historia sobre la batalla de Iwo Jima.
Las tropas estadounidenses tenían estimado tomar esta isla en un máximo de 10 días, pero cuando ya llevaban más de 20, los ánimos se empezaban a caldear entre los mandos altos y el estado de agotamiento de los soldados se notaba más y más por cada día que pasaba. Los soldados japoneses sabían desde el primer momento que nunca iban a ganar esta batalla, y que la idea era tratar de eliminar la mayor cantidad de enemigos para de esta forma demorar lo más posible la llegada del enemigo a su país. Cada soldado del Japón sabía que esta isla iba a ser su tumba y por este motivo cada uno comenzó a deshacerse de sus objetos personales, así como fotos, cartas, estandartes, banderas de su país o cualquier cosa que pudiera ser usada como un trofeo de guerra por el enemigo.
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Una bandera del Japón tomada como trofeo de guerra. |
El 14 de marzo, a través de la radio, el general Kuribayashi recibe el homenaje de niños de escuela de Tokio, quienes cantan en honor de los defensores la canción de Iwo Jima.
Kuribayashi sabía del poder estadounidense ya que vivió
en Estados Unidos varios años como agregado militar de la embajada de Japón y
en todo ese tiempo recorrió el país y vio de cerca su poderío tanto militar
como industrial. En una carta a su familia escribió: “Los Estados Unidos son el
último país del mundo con el que el Japón debería enfrentarse”. Esto dejaba a
las claras que él tenía muy claro que una vez que partió del Japón, jamás
volvería y que no solamente esta batalla estaba perdida, sino la guerra.
Volvemos a la batalla
El avance estadounidense fue lento y muy costoso en vidas y equipamientos. La geografía misma de la isla no ayudaba, por lo tanto, la ofensiva comenzó a tomar más tiempo del esperado. Las tropas empezaban a ver cómo sus compañeros caían y de las formas más espantosas. En ese momento se tomó la decisión de volver a los ataques aéreos a modo de poder vulnerar las defensas japonesas.
El objetivo principal del ataque era capturar el monte Suribachi para ocupar las posiciones más ventajosas, y luego de allí seguir hacia el norte y el oeste de la isla. La 5ta división de infantes de marina se encargaría de esta tarea, la 4ta división de infantes de marina se desplazaría hacia el norte y el oeste para capturar los aeródromos de la isla. La 3era división de infantes de marina se mantendría en reserva en caso de que se necesitaran refuerzos.
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Este mapa muestra el plan de ataque a la isla por parte de los invasores. |
Como el monte Suribachi ya estaba tomado por las fuerzas japonesas, el avance se hizo más duro ya que los invasores no tenían lugar para refugiarse. Luego de muchos bombardeos, las fuerzas japonesas empezaron a perder la isla palmo a palmo y a los invasores se les hizo más fácil ir conquistándola. Kuribayashi dejó muchos búnkers pequeños con nidos de ametralladoras a la espera de los enemigos. Estos búnkers estaban protegidos y ocultos en lugares naturales, lo que hacía muy difícil verlos y mucho menos enfrentarlos.
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Foto del ataque con artillería sobre el monte Suribachi. |
Es en este punto que la unión entre el tanque Sherman y el lanzallamas empieza a ser el arma más letal de los invasores, ante la imposibilidad de llegar a los búnkers fuertemente armados y muy resistentes al fuego de obuses. Mientras el Sherman avanza sirve como cobertura para las tropas y envía su llama de fuego a más de 150 metros en algunos casos, lo que hace que no importa dónde se escondan, los enemigos van a ser alcanzados por esta estela de muerte que incendia todo a su paso.
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En estas fotos se puede apreciar los tanques Sherman avanzando con los lanzallamas. |
A pesar de todo esto, el avance es muy lento ya que además de las dificultades que les presentaba la misma isla, estaba el que les ofrecían las tropas defensoras, el calor, las moscas y mosquitos, el permanente olor a huevos podridos resultado del sulfuro de la llamada isla de azufre y el propio cansancio de los soldados.
Soldado estadounidenses avanzan en la isla, se puede ver a un soldado con un lanzallamas M2-2. |
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Foto de algunos de los pocos soldados japoneses capturados. |
El día 26 de marzo de 1945, los soldados japoneses se rindieron. Habían pasado 47 días del comienzo de la batalla, la que según los estadounidenses demoraría 10 días en tomar el poder de la isla. Esto significó para los Estados Unidos, lejos del triunfo, una gran pérdida tanto de combatientes como de equipos de todo tipo. En la isla lucharon 21.000 soldados japoneses contra 70.000 estadounidenses. Esto deja a las claras la gran resistencia y estrategia de los japoneses, así como el error de estrategia de los estadounidenses.
De los 21.000 soldados japoneses, entre muertos y desaparecidos fueron 20.700, y fueron tomados prisioneros casi 300. De los 70.000 soldados estadounidenses fueron muertos o desaparecidos mas de 30.000 y más de 15.000 heridos de todo tipo. Esta diferencia abismal deja a las claras lo cruenta que fue esta batalla en el Pacífico.
El cuerpo del general Kuribayashi nunca fue encontrado y se cree que murió en un último ataque suicida contra tropas estadounidenses al tomar su cuartel general. Luego de terminada esta batalla y viendo la resistencia y heroísmo de las tropas japonesas, se considera el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, a modo de evitar más muertes de soldados aliados y darles a los japoneses el golpe de gracia, aunque para ellos la guerra ya estaba perdida. Luego de estos eventos, el imperio del Japón se rinde incondicionalmente.
Hay dos películas que pueden ver sobre esta batalla. Una es Banderas de nuestros padres, que relata la batalla del lado estadounidense, y Cartas desde Iwo Jima que relata desde el lado japonés, ambas dirigidas por Clint Eastwood
Y para el final, comparto la canción Iwo Jima de la banda Suicide Heaven.
Gracias por acompañarme a lo largo de esta historia y los espero para la próxima.
Excelente. Acá se aprende a valorar al guerrero nipón, que capaz que con un poco más de tecnología podría haber llegado más lejos.
ResponderBorrarTipo raro el nipón, eh. Tan correcto, y después con ese fetiche con dibujitos de niñas sexualizadas. Para reflexionar.
ResponderBorrarEstamos totalmente de acuerdo Andrés, el nipon es así.
ResponderBorrarExcelente columna, como siempre.
ResponderBorrarGracias estimado Alvaro.
BorrarHAce poco se remató la escultura original de ése famoso monumento, que por cierto no mide más de 30 cm, y no se cuantos chiquicientos billetes verdes pagaron. HAsta hay una historia que dice que esa toma (en reaidad es una foto) fue POSADA, no espontánea porque el fotógrafo se perdió la verdadera "clavada de bandera" y la rehicieron para él. pero creo que es mentira, si es cierto que hubo dos clavadas (y de bandera también), sólo que el fotoman se perdió la primera, con una banderita humilde que tenía un palito de mastil nomás, después, como LLP hizo la toma oficial.
ResponderBorrarEs tal cual Miguel, me netere lo del remate y se que media bien poco, en cuanto a la foto ya voy a hacer una columna sobre esa foto, que como decis vos fue armada.
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