La semana pasada incursionamos en el mundo de los tapones para vinos y nos quedó la dilucidación del entuerto para esta edición.
Ya vimos las bondades del corcho que desde finales del siglo 17 nos acompaña. Hoy veremos no solo la tapa rosca, sino un par de variantes más que podemos encontrar en el mercado.
Comencemos por la que es a mi gusto “la más
peor”. Me refiero al corcho sintético. Hay una gran cantidad de botellas que
hoy en día vienen cerradas con corchos de este material. Seguramente impulsados
por el parecido que tiene a un corcho real, este tapón gano adeptos durante
mucho tiempo y los mantiene al día de hoy.
Quizás la única virtud que le puedo
reconocer es que mantiene el ritual de apertura de botella, ese momento del que
les hablaba en la primera columna, donde solo uno de los participantes de la reunión
es el designado para abrir la botella, toma el sacacorcho y realiza el ritual. Por el resto no le encuentro demasiada utilidad.
En el caso de que al abrir perfores todo el
corcho con el tirabuzón, cuando vuelvas a tapar la botella en caso de que haya
sobrado algo de vino, por ese agujero se pierde el vino, cosa que no sucede con
ninguno de los otros tapones.
No permite la microoxigenación y tampoco
asegura la total aislación del aire exterior que impida una rápida oxidación
del vino. Malo, aunque muy usado
Como segunda opción, usada en muchos vinos
reserva, aparece el aglomerado. Como la palabra lo indica, es un prensado de corcho
triturado, con un proceso que incluye algún tipo de pegamento acuoso y presión para
darle forma. Es un buen sustituto del corcho original, hecho de una sola pieza.
Si bien no es exactamente la reacción de un
corcho natural, una vez usado tiene características similares: se puede volver
a tapar la botella con éxito, siempre que se use en sentido opuesto al que se usó,
ya que la parte que estaba adentro de la botella queda ensanchada. En la parte
que estuvo en contacto con el vino queda la marca del mismo (1 mm aprox queda “invadido”
por el líquido) cosa que indica que hay contacto con el exterior y, por lo
tanto, microoxigenación, tan importante para los vinos de guarda. Así que le
damos el ok.
Por último, pasemos a la nunca bien ponderada
tapa rosca. Las primeras tapas de este material registran su aparición allá por
1890. La tapa rosca de la que hablamos es más reciente, se ubica su aparición en
1968.
Como ventajas, mantiene el vino totalmente
aislado del exterior, lo cierra al vacío (aunque algunos dicen que hay micro oxigenación,
difícil que me convenzan). Una vez abierta la botella, si uno quiere guardar un
resto de vino, se vuelve a poner la tapa sin ningún esfuerzo, asegurando mejor
que ningún otro método que el contenido no se va a perder. Y para que le gustan
las cosas sencillas, no es necesario ningún utensilio más que sus manos para abrir
la botella y echarse a los brazos de Baco con toda libertad. Es más fácil que
abrir una cerveza.
Esta es una columna que se la juega, así que
ahora vamos a opinar a troche y moche para que usted, querido lector, saque sus
propias conclusiones
Si usted me da a elegir a mí, elimino el
corcho sintético, utilizo la rosca para todos los vinos jóvenes, los de
aglomerado para los de “guarda media” digamos y dejaría los de corcho
tradicionales para los del gran guarda, y así deberíamos ser todos felices,
siempre utilizando mi escaso criterio.
Hay que animarse a ponerle tapa rosca a los
vinos tintos jóvenes. La industria reserva esta tapa sobre todo para blancos y
rosados, hay miedo a perder ventas por usar esta tapa.
Hoy por hoy tenemos que convivir con los sintéticos y esperar la evolución de la tapa rosca. Lo que les dejo como idea final es que no dejen de comprar un vino porque tenga tapa rosca. Es más, elíjanla antes que un corcho sintético.
Van a extrañar el descochador pero el vino estará más
cuidado, con todas las características intactas
Siempre bebiendo con moderación, SALÚ.
Gracias!!! No estaba tan errado mi sentido común!
ResponderBorrarMetale Amy Li
BorrarNunca había prestado atención al tema corchístico. El vudú del que les hablé en la entrada anterior, tiene corcho sintético.
ResponderBorrartava clavao
BorrarSí, pero lo pude sacar con un sacacorchos. Yo todavía no alcancé ese sentimiento de orgullo de ser el único de la casa que sabe usarlo. Y el sacacorchos también.
Borrar¿Qué hay del Rosés en Tetrabrick?
ResponderBorrarEstan entre los mas vendidos del mercado
BorrarY eso qué significa? Malos Pensamientos es de los programas mejor vendidos del mercado también.
BorrarGracias!! siempre pensé que la elección de la tapa era algo de costos y nunca repare en los beneficios de cada una de ellas
ResponderBorrarVamo arriba,
BorrarEstá columna enseña de verdad, gracias
ResponderBorrarGracias
BorrarComo dice nuestro Líder, yo tampoco le había prestado demasiada atención al tema taponil. Creo q la solución es crear un corcho de rosca y ahí avanzaríamos como humanidad.
ResponderBorrarNi a la Nasa se le hubiera ocurrido!!! Excelente
BorrarY si no conozco el vino, hay forma de saber cuando vienen con corcho sintetico?? O es una cuestion de precios?
ResponderBorrarIgual creo que pa ahorrar cualquier tipo de problema taperil hay que comprar caja, de nada amigues....
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