Lo sabe cualquiera que haya vivido: entre el amor y el odio hay apenas un paso. A veces, ni siquiera eso: apenas una mirada torcida, un gesto que no se olvida, un libro que no se devuelve, una palabra fuera de lugar, un hecho puntual que marca que una relación aparentemente concebida para ser virtuosa, termine en el más profundo de los desengaños.
¿Cuántas veces nos topamos con gente que, lisa y llanamente,
y por más que lo intentemos, nos cae mal? Gente cuya sola existencia nos
molesta, nos incomoda, nos perjudica.
Pero hay un problema aún mayor. Relaciones que no son ni puro
amor ni puro odio, sino una mezcla a partes iguales de rencor y la genialidad.
Vínculos marcados por la admiración mutua, el talento compartido, hasta por un
objetivo en común, pero que ceden ante un choque de egos, o ante una
incompatibilidad de caracteres que prevalece cuando la luz roja se apaga o el
árbitro marca el final del partido.
Hoy nos comenzaremos a meter en esas historias incómodas pero
irresistibles. Duplas llamadas al éxito, que incluso llegaron a funcionar en
perfecta simbiosis, pero que sin que el gran público llegara a notarlo, se
traducen en una guerra sin cuartel.
Empezando con ésta:
En esta primera entrega, traje una pareja directamente emparentada con la más rica del balompié norteño.
Son dos grandes futbolistas. De un lado, uno nacido el 28 de octubre de 1933 en el Estado de Rio de Janeiro, bajo el nombre de Manuel Francisco dos Santos. El otro, de nombre seguramente más conocido, nació en Minas Gerais el 23 de octubre de 1940 bajo el nombre de Edson Arantes do Nascimento.
Hablamos, claro está, de Garrincha y Pelé.
La relación entre ambos fuera de la cancha, por mejor que se
llevaran en el campo, fue polémica.
Sobre el césped, formaron una dupla inolvidable, que
contribuyó a hacer olvidar la marca Maracaná había dejado en el pueblo
brasileño. Tanto, que fueron las principales figuras del primer Brasil campeón
del mundo de fútbol.
Ahora: ¿eran realmente amigos?
Con un primer googleo superficial, pareciera que sí. Hay
declaraciones del tipo “Garrincha fue mi mejor compañero dentro del campo, y un
hermano fuera de él”. Sin embargo, hilando un poco más fino, podemos advertir
que la relación no era la mejor.
Veamos y escuchemos un testimonio del propio Garrincha sobre
Pelé, y díganme qué interpretan:
Cito textual: “Pelé era una persona diferente. No tengo nada que decir de él, para mí era un amigo, el rey del fútbol, todo bien. Yo fui creciendo en un segundo plano, yo estoy feliz con eso”.
Yo no soy psicólogo, pero creo que si alguien tiene que
aclarar que quedó en un segundo plano pero está feliz con eso, para mí que muy
feliz no está.
Fuera del terreno de juego, sus personalidades y estilos de vida contrastaban fuertemente. Pelé, disciplinado y enfocado en su carrera, se convirtió en un ícono global y modelo de profesionalismo. Garrincha, en cambio, era carismático y espontáneo, pero su vida estuvo marcada por excesos y dificultades personales.
Uno, pionero en el arte de las relaciones públicas y el
marketing. El otro, un carioca típico, amante de la diversión pero que nunca se
olvidó de sus raíces humildes.
Esta disparidad generó tensiones y una relación distante
entre ambos, por cuanto parecían responder a patrones diferentes, casi
opuestos.
En una entrevista concedida en julio de 1981 al periodista
argentino Carlos Bikic, y publicada recién en 2012, Garrincha, que moriría de
cirrosis un año y medio después, al ser consultado sobre si Pelé lo visitaba,
manifestó: “No. Pelé es un sinvergüenza que se convirtió en estrella ahora”, en
alusión al romance que el astro mantenía con ella:
Con María das Gracias Menenguel.
Luego acotó: “Fue un jugador bueno, tenía suerte, hacía
goles y tenía suerte, pero también tenía gente muy buena a su lado que le
pasaba la pelota".
Por su parte, en el año 2000, Pelé fue más allá al manifestar
que nunca fue amigo de Garrincha.
“Todo el mundo cree que éramos grandes amigos. En Europa me preguntan
hasta hoy mismo por ‘mi amigo’ Garrincha. Pero yo no tenía ninguna amistad con
él. Nos entendíamos bien durante los entrenamientos, eso es todo. Cuando él
murió, me criticaron porque no fui a su entierro. No lo hice porque a mí no me
gustan los entierros y porque no estaba atado a él”.
Podemos ver el titular de la noticia, publicada por El País
de Madrid el 7 de agosto del 2000:
Ahí lo tienen. Pelé asegura que Garrincha bebía hasta en los entrenamientos. La nota podía haberse llamado: “Garrincha, un muchacho que bebe”.
Y la pregunta que se impone: más allá de no ser amigos, de parecer cortados por diferente tijera, de responder a intereses y modelos antagónicos, ¿se llevaban bien dentro del campo?
Vaya que sí: jugaron juntos 40 partidos con la selección
brasileña, logrando 36 victorias y 4 empates. Es decir, nunca perdieron un solo
partido estando juntos en el campo. Y en ese interín, ganaron dos Copas del
Mundo. Eso sí, Copas América no ganaron ninguna, por lo que en ese ítem son
superados por el Chango Pintos Saldanha y Palito Pereira, entre otros.
Ahora bien: en esos 40 partidos compartidos, entre los dos,
marcaron la asombrosa suma de 55 goles: 44 Pelé, 11 Garrincha.
Fueron, como dijimos, los mejores jugadores de los dos
primeros Mundiales ganados por Brasil, pese a que Pelé se perdió buena parte
del Mundial del 62 por lesión. Y fueron clave en el desarrollo del "jogo
bonito", jogo genial, que caracterizó a Brasil en esa época.
Y les pregunto: ¿Quién decía Jogo Bonito, Jogo Genial? El
afrodescendiente de CCE, claro está. A quien les propongo ver en acción:
Para terminar, vale consignar que Pelé jugó tres veces contra la selección uruguaya, con 2 victorias 3 a 1, y una derrota 1 a 0.
Su jugada más famosa. Lo erró porque la celeste es la más linda, la más hermosa.
Mientras que Garrincha jugó una sola vez frente a Uruguay,
precisamente en la victoria por 3 a 1 por la Copa América del 59, junto a
Edson.
Por último, es el momento del primera #DatoRandomFalopa de hoy.
¿Sabían que Garrincha se probó en Nacional pero no quedó?
Fue en 1968, cuando Mané ya tenía 35 años y su cuerpo, que ya
de fábrica estaba maltrecho, pues su pierna izquierda era 6 cm más larga que la
derecha, empezaba a mostrar los efectos del consumo desmedido de alcohol.
Podemos ver una foto de cuerpo entero para comprender que
algo no andaba bien con sus piernas:
Sin embargo, y volviendo a su pasaje por Nacional, Garrincha pasó la prueba médica. Pidió mil dólares y de prima y 500 de sueldo, pero desapareció antes de su primera práctica y la transferencia se cayó.
Sin embargo, dio para sacarle esta foto:
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Puede que la inteligencia artificial haya tenido que ver. |
Les pregunto: entre Garrincha y Pelé, ¿quién les caía mejor y por qué Garrincha?
Hasta la próxima.
A la pregunta del título, qué. A la pregunta del cierre, porque lo conocía menos que a Pelé.
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