El pasado fin de semana no hubo básquetbol de formativas en Montevideo.
En este caso no es culpa de la democracia, sino de las vacaciones de primavera. Como los botijas no van a aprender a leer o a resolver ecuaciones con Bhaskara, se tienen que perder también la única alegría que tiene sus grises vidas. Y a nadie le parece un escándalo.
De todas formas, en octubre ya nos toca otro fin de semana sin deporte naranja por culpa de la democracia. Y si no gana Yamandú en primera vuelta (y a Guido no se le ocurre sitiar el palacio con un montón de tanques), repetimos en noviembre.
¿Hasta cuándo seguirán estos flagelos de la sociedad (educación y democracia) poniendo palos en la rueda del básquetbol? Así nunca vamos a tener el orgullo de ver a Damián Mujica o Rogelio De León jugando en la NBA.
A Oneal Rosado lo está siguiendo un ojeador de los Celtics.
ResponderBorrarEspero que una vez inserto en la liga pueda conseguir un traspaso a Detroit. Creo que coincide más con los valores de los Pistons.
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