Monstruos


Esos que aparecen cuando estoy sola. Como cuando era niña y antes de entrar al baño, corría la cortina de la ducha para chequear que no estuviera.

Pero ahora esa monstrua sí aparece y no hay sábana que la haga desaparecer (¿o solo yo me cubría con la sábana para esconderme?).

Una vez por mes, casi siempre los lunes, aparece con forma de número de un examen de sangre. Si el número supera el 40 está mal, si supera el 150… estás en el horno Raúl. Ayer estaba en 32, un éxito.

La mayoría de las veces aparece cuando estoy sola, cuando tengo muchas cosas para hacer. También aparece cuando no quiero hacer nada.

El domingo la vi, en casa, sentada en el comedor, mirándome. Me hablaba, me preguntaba si estaba segura, si no sería medio estúpido o ridículo. Le di la razón.


Mandé un par de mensajes. Remé en dulce de leche. Perdí un poco más de dignidad. Me enojé y ahí encontré la clave. Agarré el enojo, las llaves, la billetera y me fui al Modelo a tomar un helado.

“Sola vas a ir?!” Me gritó desde el sillón. “Vas a tomarte un helado? Hay miles de personas ahí y vos vas a ir sola?”

Cerré la puerta. Caminé. Hice fila, compré un helado de frambuesa y pistacho. Me senté. Me tomé el helado. Caminé entre la gente. Escuché y baile con una banda que tocaba. Caminé de vuelta a casa.

Cuando llegué seguía ahí. Con un dejo de piedad, me vió cenar un refuerzo de atún. “Al final, estás haciendo lo que querés” me dijo y se fue.

Comentarios

  1. Esos siempre aparecen cuando estamos solos o mejor dicho, se hacen sentir más fuerte ¿Dignidad? sobrevalorada

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  2. Que buenbo que se fuè!!!! o la habràs echado???? no sè, pero me voy a por un helado de frambuesa.

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  3. Me gustan los helados. Y combatir los monstruos y no dejarlos que se instalen

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  4. No conozco monstruo que le pueda ganar a un helado. Qué suerte que pudiste salir por él!

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