Combate en Viet Nam

En esta oportunidad, La Caja de Chocolates se mete en una historia de vida, de esas que nos inspiran a perseguir los sueños, más allá de los obstáculos (o de los avisos sensatos).

Buen día. Mi nombre es Waldemar Fortunato García. Tengo 37 años y soy empleado bancario. Aunque siempre quise ser director de cine. 

Digamos que no fue una idea donde se me apoyara mucho. Mi padre también fue empleado bancario, su padre (mi abuelo) también lo fue, y para seguir la tradición, ya tenía un puesto para mí para cuando terminara el liceo. 

Mientras hiciera la carrera, podía hacer unas horas en alguna dependencia del banco. De esta manera, fui probando suerte en Economía, 2 años, y no me gustó mucho. Luego hice Agronomía. Pero dejé a los 6 meses. 

Digamos que no cayó muy bien eso en casa. Pero bueno, logré entrar como efectivo en un banco...quedé "cash", jeje (perdón, el humor nunca fue mi fuerte).

Me casé, tengo una hija, perros... pero la espinita del cine siempre la tuve. 

Así que un día me dije "la vida está pa' vivirla" y me anoté en un cursito. Para ir probando.

Como prueba final, tuve que hacer un corto. Quise recrear una escena de una serie que miraba en la infancia y que me encantaba. Y probar que tenía nociones de fotografía, cámaras, planos, iluminación. También tenía que escribir el guión y dirigirlo.

Tras dos semanas de grabación allá por Puntas de Manga, y luego de la edición, lo pude terminar. Y se lo compartí a mi familia y a algunos amigos para ver cómo reaccionaban, y esto fue lo que me respondieron por WhatsApp. 

-Muy bueno. Sin duda lo podés hacer mejor pero me gusta mucho (mi madre).

-Otro fracaso más, como todas las carreras en la que te anotaste y no terminaste ninguna (mi padre).

-Esto no se aguanta más. A partir de mañana, vas a ver a tu hija martes, jueves y fin de semana por medio (mi ahora ex-mujer).

-Ya veo que así nunca voy a recuperar los 60 mil pesos que te presté (mi mejor amigo).

Pero bueno, "la vida está pa' vivirla" ¿no? Y qué mejor prueba que mostrarlo a la gente, al pueblo. Así que aquí les dejo: 

"Combatiendo en Viet Nam"

Un soldado corre bajo la lluvia torrencial en el medio de la selva. Noche cerrada. Se acerca a una trinchera donde estaba otro soldado haciendo guardia. 

-¡Pará, pará Kirk, no dispares! ¡Soy Jeff!

-La concha de tu madre, Jeff, casi te mato.

-Me mandó el sargento Cliff a relevarte.

-Bueno, está bien. Pero me quedo hasta que pase la lluvia.

Se acomodan los dos en un hueco en el piso, de 1 metro de profundidad, del que intentaban que no se metiera el agua con grandes hojas de palmeras

-Pobre sargento -dijo Kirk, rompiendo un silencio de 15 minutos. No es el mismo desde que un chino le tiró una garrafa de 13 kilos desde arriba de una palmera.

-La verdad que sí -contestó Jeff. Cuando entró la ambulancia para llevarlo al hospital, decía: "Me quedan 7 semanas todavía, no me devuelvan a casa".

-El tipo se quería quedar a pesar de todo.

Luego de nueva pausa de 10 minutos Kirk dice:

-Traje la armónica. ¿Qué toco?

-Ehh...no sé. "Candombe del olvido" estaría bien -contestó Jeff.

-¿Otra vez esa? Bueno, está bien. 

Terminada la interpretación, que incluyó "Zumba que Zumba", y la canción de los adolescentes de Pablo Estramín, Jeff dice:

-¿Te acordás de Cliff? De cuando estábamos en el salón de reclutamiento y se hizo el primer descarte. Él quedó afuera por ciertas "deficiencias mentales".

-Como si eso hubiese sido impedimento alguna vez para entrar al Ejército -dijo Kirk.

-Y decía: ¿cómo que no habilitaron Viet Nam? La gente quiere Viet Nam, acá el amigo vino de México, quiere Viet Nam. Agitaba el gordo, y todo el salón se envalentonó porque querían Viet Nam.

-Es verdad. Pero luego el instructor le gritó "¡Recluta! ¿Es usted estúpido? Acá el 80 porciento de la tropa viene de México. ¡No vamos a mandar tantos americanos al peligro!"

-Al final lo terminaron mandando. No sé cómo logró venir pero acá lo tenemos. Hijo de la gran perra.

Seguía la lluvia. Y tras 20 minutos de silencio, Jeff dijo:

-Es que Cliff es muy "descansable". Como aquella vez que el cabo Sanders enterró un maniquí atrás de los baños y luego salió gritando de que había un soldado muerto.

-Jaja, sí. Y el capitán Roberts lo mandó con una radio a chequear lo que había pasado.

-Cuando llegó y dijo "Negativo cuerpo, positivo muñeco" la cara que puso el capitán fue un poema. Lo mandó al sargento a pelar papas una semana al comedor.

-Para no quedar pegado, dijo que quería evitar ir a patrullar algunas zonas peligrosas. "Inteligencia", decía, mientras se apoyaba el dedo índice en la sien.

Nuevamente, el silencio. 15 minutos. Seguía lloviendo.

-¿Te puedo hacer una pregunta, Kirk?

-Sí, decime.

-¿Por qué a veces hablás en español neutro?

-Porque es el dialecto de mi pueblo. Yo vengo de...

Se escuchan movimientos a lo lejos entre los arbustos que pone en alerta a los soldados.

-Shh silencio.

45 minutos después sin ruido alguno, los soldados se animan a conversar de nuevo entre ellos.

-Debió haber sido un animal.

-Paró de llover un poco.

-Es verdad -dijo Kirk. Me voy a ir a la base.

-Dale. Saludos a tu hermana -le dijo, bromeando, Jeff.

 FIN.

-Y este fue mi corto -dijo Waldemar. A mí me encantó, voy a ver si lo presento en Cinemateca el mes que viene. Quise retratar el drama de dos personas que viven la apatía de estar al límite en una situación donde en cualquier momento sus vidas pueden acabar. Espero que sea el primer paso de mi carrera, hasta que no me agarre Netlix no paro.