El Blistero.

El otro día me puse un poco melodramática. Ya se me pasó. Volvamos a nosotros. 

Me estaba acordando de nuestras primeras horas juntos. No las primeras 48, que fueron un horror, más bien pensaba en las siguientes a esas, cuando ya estaba en sala, con 2 drenajes sacándome “líquido” del abdomen, una vía central pasandome medicación y calmantes directo a la yugular y con las piernas hinchadas pesando 5 kilos de más cada una, por haber la retención de líquido.

Recordaba que nada de eso me complicaba la cabeza, no estaba de mal humor, con todo me paraba y caminaba algunos pasos, y hasta hacía algún ejercicio.

Lo que sí me estresó fue cuando empezaron a darme la medicación vía oral. 33 pastillas por día. Treinta y tres. TREINTA Y TRES. Me pasaba todo el día tomando pastillas. Porque a cual niña chica e inexperiente, tomaba de a una pastilla por sorbo de agua.

La indicación médica se respeta a rajatabla y los horarios “sugeridos” se tomaban sin discusión. Cuando me dieron “de alta” y fui a casa, me sacaron alguna droga, pase a 29 pastillas pero mantuve los horarios durante un tiempo. Por lo que tomaba ocho pastillas a las 8, tres a las 8:30, otras tres a las 9, una a las 13 y otra a las 15, seis a las 20:00, otra las 21, siete a las 22 y otra a las 23. Era bastante incómodo todo, por lo que quién era mi pareja, construyó un eficiente “Blistero” (mi vieja le decía pastillero, pero como ahí no estaban las pastillas sueltas, sino que los blísters o frascos, así lo nombré).

Luego varias consultas post operatorias con mi hepatologa (integrante del equipo de trasplantes) y la reducción de medicamentos, decidí, con el visto bueno de ella, unificar algunos horarios e incluso cambiarlos mínimamente. Por un lado era mejor, porque tomaba las de las 8, 8:30 y 9 en un mismo horario y ya “liquidaba” eso hasta las 15:00, pero por otro lado, era una verdadera porquería, porque me tenía que mandar 11 pastillas medio que de una y en ayunas.

Con el paso de los meses, las distintas vicisitudes, controles y consultas médicas, los medicamentos se redujeron casi que al máximo. Ahora solo tomo 4 medicamentos, 3 que serán de por vida (incluída ahí la T4 para la tiroides porque #hiperteroidismo), que por la dosis que necesito, son ocho pastillas a las 8, y siete a las 20.

Pensar que con 25 años deje de tomar pastillas anticonceptivas, porque me molestaba tener que tomar medicamentos y estar sujeta a los efectos secundarios, además de ser una desprolija y olvidarme día por medio de tomarla. Ahí lo tenés al karma, medicada de por vida y rigurosamente para no morirme.

Comentarios

  1. Excelente invento. Yo tomo como 15 pastillas pero 3 veces por día. Me arreglo con un "pastillero" de plástico. Si paso a mayores cantidades te robo el invento

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  2. Qué salado! Rescato la inventiva de tu mamá. Una genia

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