Campos de concentración en Estados Unidos

Fotografía de Pearl Harbor tomada desde un avión japonés al comienzo del ataque.
Se ve la explosión de un torpedo en el West Virginia.

Como seguramente todos saben, los Estados Unidos entran a la segunda guerra mundial oficialmente después del ataque del imperio del Japón a Pearl Harbor. Este hecho ocurrió el 7 de diciembre de 1941. 

El 19 de febrero de 1942, el presidente Franklin D. Roosevelt, firma la orden ejecutiva 9066 que autorizaba el traslado e internamiento de todos los japoneses que vivieran en los Estados Unidos.

Vista aérea de uno de los campos.

Este hecho generó el traslado de mas de 120.000 hombres, mujeres y niños, de los cuales más de 80.000 eran ciudadanos norteamericanos. Entre ellos, también hubo quienes fueron directamente a cárceles por tener además -de la etnia- problemas con la ley. 

También hubo internamientos en campos de concentración para ciudadanos de origen alemán e italiano, debido a que estos dos países también declararon la guerra a Estados Unidos. Sin embargo, el número de ciudadanos afectados fue mínimo en comparación con los de origen japonés.

Campo de Jerome.

Entrada al campo de Manzanar, 1943.

Campo de Santa Anita

La población japonesa fue objeto de todo tipo de agresiones, tanto físicas como psicológicas. Sus negocios fueron quemados, los niños y adolescentes no podían ir a sus centros de estudio y los adultos a sus trabajos o andar por la calle. Varios fueron asesinados por la ira y paranoia del pueblo norteamericano. Fue este caldo de cultivo el que vino como anillo al dedo para que el gobierno tomara la decisión de generar los campos de internamiento.

Vecinos de un barrio en Estados Unidos pidiendo la expulsión de ciudadanos de origen japonés

Un estadounidense de origen japonés clamaba "Soy americano" en esta pancarta en Oakland, California, el día después del ataque a Pearl Harbor.

Las personas solo podían llevar una maleta con ropa y en algunos casos otro tipo de objetos, como camas de niños o sillas de personas adultas. 
Los que tenían propiedades o negocios fueron obligados a venderlos en un plazo máximo de ocho días, aunque algunos tuvieron cuatro días y algunas pocas dos semanas. Durante ese tiempo, los posibles compradores querían pagar en algunos casos un 90% menos de lo que valían las propuedades. Muchos dejaban pasar los días sin cerrar el negocio y esto generaba más presiones sobre los vendedores, llegando a aceptar un 1% del valor y a veces nada. 

Otros, al ver que iban a perder todo, guardaban sus objetos de valor en establos alquilados a americanos, los cuales fueron saqueados o quemados, y los pocos que lograron alquilar sus propiedades nunca recibieron nada de sus inquilinos. Esto llevó al suicidio de muchos y en algunos casos de familias enteras al ver que estaban a punto perder el fruto del sacrificio de toda su vida.

Todos eran etiquetados como si fueran paquetes y llevados en trenes, camiones y buses hacia el centro que les tocara. Si los viajes eran largos, las personas dormían durante muchos días en estaciones de trenes o establos esperando su viaje, que en algunos casos llevaba días o semanas, dependiendo del lugar de origen de la persona o el destino que les había tocado.

Miembros de una familia japonesa esperando su traslado.

Niño Japones esperando su traslado.

Madre e hijo esperando su traslado.

Las condiciones podríamos decir que no eran las mismas que recibían los judíos en los campos de concentración nazis. Estos campos eran grandes ciudades que tenían escuelas, canchas de beisbol, hospitales y hasta cementerios, pero no dejaban de ser cárceles para personas cuyo único crimen cometido era ser o tener descendencia japonesa. Los campos estaban rodeados de alambres de púa y guardias armados que tenían ordenes de disparar a cualquiera que intentara escapar, lo que sucedió más de una vez.


Como generalmente ocurre en estas situaciones, la política jugaba un papel importante. El presidente Roosevelt, como buscaba su reelección en 1944, decidió mantener los campos a modo de poder recoger más votos. De esta manera, en la primera reunión del gabinete después de la reelección de Roosevelt, se decidió soltar a todos los evacuados que habían demostrado ser leales. 

Pero esta decisión tardó un año en llevarse a cabo completamente. A la salida, los evacuados recibieron un boleto de tren y 25 dólares. El último campo en ser cerrado fue el de Tule Lake, el 20 de marzo de 1946. El gobierno estadounidense ofreció compensaciones a las víctimas a partir de 1951, pero se disculparían recién en 1988, afirmando que la concentración de prisioneros se debió a "los prejuicios raciales, la histeria bélica y la deficiencia del liderazgo político". 

El presidente Ronald Reagan firmó además un acta donde ofrecía 20.000 dólares a las víctimas sobrevivientes, suma que sería pagada recién en 1991. Se estima que a los ciudadanos japones les fueron arrebatado más de 400 millones de dólares, y solo se le devolvieron 40 y a lo largo de muchos años.

Mapa con la localización de los campos.

Nombre

Estado

Población máxima

Manzanar

California

10.046

Tule Lake

California

18.789

Poston

Arizona

17.814

Gila River

Arizona

13.348

Granada

Colorado

7.318

Heart Mountain

Wyoming

10.767

Minidoka

Idaho

9.397

Topaz

Utah

8.130

Rohwer

Arkansas

8.475

Jerome

Arkansas

8.479


                                Nombre, ubicación y población máxima de los campos de concentración.


El Presidente Ronald Reagan firmando el acta por la que el gobierno entregaría 20 mil dolares a los sobrevientas de los campos.

Familiares de las personas deportadas durante la Segunda Guerra Mundial a los campos en Estados Unidos, rindiendo homenaje.

Comentarios

  1. Creo que hay una película acerca de este tema. Tiene "increíblemente" poca difusión. Un "detalle" de la historia que se ve, no vale la pena contar mucho.

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  2. La verdad, desconocía totalmente esta información-
    TPLMP educa :)
    Gracias Claudio.

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  3. La película es "Bienvenidos al paraíso" de Alan Parker. Excelente columna.

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  4. Supe ver alguna vez un documental sobre esto. Es un dato que muy pocas personas conocen.

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  5. Algo de esto sabía, pero no con el detalle que describís acá. Los yankis ya tenían algo de experiencia cuando barrieron naciones indígenas enteras del mapa y a los que sobrevivieron los metieron en reservas. Es el "lado B" del "sueño americano". Muy buena columna

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