Corazón granada impreso en 3D, incluido en la portada del disco "American Idiot" de Green Day. |
A mis 48 años, con la mitad de mi vida dedicada a desentrañar algunos misterios moleculares y a asegurar que el desempeño de un sistema productivo sea tan predecible como el resultado de un clásico entre Nacionául y Pegnaróul, me encuentro en una encrucijada existencial.
Las vacaciones siempre son crueles para los padres. Entre las discusiones sobre el pH y las horas extras para la entrega de un informe, mis hijos “aborrecentes”, de 14 y 15, me han retado a algo complejo: analizar alguna letra de bandas de Punk. Un género musical que, sinceramente, desde mi perspectiva Metalera, tiendo a menospreciar. El Metal es la belleza de una cromatografía en capa fina, El Punk es un derrame de ácido sulfúrico. El sarcasmo, en este caso, no es una herramienta; es mi única defensa.
Para ello, identifiqué dos Himnos (al menos para mí): "Wake Me Up When September Ends" de Green Day e "Incomplete" de Bad Religion. Como ingeniero, debo considerar el contexto, las variables y las condiciones de reacción para entender el producto final.
Empecemos por Green Day. Es una banda californiana, surgida de la escena Punk de la Bahía de San Francisco, fue la que llevó el género a las masas, transformando la anarquía y la furia en un producto de consumo masivo con acordes pegadizos. De repente, el Punk ya no era cosa de outsiders, sino de adolescentes con reproductores de MP3. Su canción "Wake Me Up When September Ends", lanzada en 2004, es un ejemplo perfecto. Para el momento de su lanzamiento, la banda ya no era el power trio de los 90, sino una maquinaria de hacer hits que formaba parte del álbum conceptual “American Idiot”. Estados Unidos estaba enredado hasta el cuello en la Guerra de Irak, una aventura que seguía a los traumáticos eventos del 11 de septiembre. El gobierno de Bush prometía seguridad, mientras enviaba a la juventud a un conflicto sin fin claro. En Latinoamérica, el panorama político era un hervidero. En Brasil, Lula ya estaba en el poder, y en Uruguay, Tabaré Vázquez y el Frente Amplio estaban a punto de alcanzar la presidencia en 2005, marcando un cambio histórico. Nosotros estábamos saliendo, con suerte, del pozo de la crisis de 2002.
Green Day – Wake Me Up When September Ends
La canción, escrita por el líder de la banda, Billie Joe Armstrong, sobre la muerte de su padre, se convirtió, irónicamente, en un himno de protesta contra la guerra. El sarcasmo aquí es doble. Un dolor profundamente personal fue apropiado por las masas, para un propósito político-social. La letra es simple, directa, casi ingenua, como una fórmula química sin catalizador. “Like my father’s come to pass / Seven years has gone so fast”. Es una elegía a la pérdida y al paso del tiempo. Pero el título... “Wake me up when September ends”... Yo para mí, pienso de qué, es el propio ejemplo de lo que sería… ¡La máxima expresión de la inacción! Una especie de postulado yorugua en boca de un pitiyanqui. Un deseo infantil de saltarse la parte fea de la vida. Como si uno pudiera programar un cronómetro para esquivar el dolor, el luto, la responsabilidad. En mi profesión, una reacción química fallida no se soluciona durmiendo. Se soluciona ajustando la temperatura, la presión, los reactivos. La filosofía subyacente es la de una generación que prefiere la evasión a la confrontación, un concepto que a un veterano de 48 años le resulta, para ser benévolo, un tanto ridículo. El adolescente que escribe esto cree que el tiempo es un interruptor. El adulto sabe que es un flujo constante, implacable, que te arrastra aunque estés dormido.
Ahora, pasemos a Bad Religion. ¡Esta banda es otra cosa, bo! Son los intelectuales del género. Los tipos que leyeron a Schopenhauer y a Nietzsche y decidieron que la mejor forma de compartir sus ideas era a los gritos, a 200 kilómetros por hora. No hay coros pegajosos, sino tesis filosóficas cantadas por un tipo con un doctorado en zoología. La canción elegida es “Incomplete”, lanzada en el año 2000, parte del álbum “The New America”. En Estados Unidos, el país vivía un periodo de prosperidad económica, justo antes de que explotara “la burbuja de las puntocom”. Era un momento de optimismo superficial, de una falsa sensación de que el progreso técnico solucionaría todo. En Uruguay y la región la situación era muy diferente. Nos estábamos acercando a una de las peores crisis económicas de nuestra historia.
Bad Religion – Incomplete
La letra de “Incomplete” es una patada en la boca a ese optimismo. La canción no habla de un problema específico, sino del problema existencial del ser humano. Greg Graffin, el cantante, nos da una lección de psicología evolutiva disfrazada de Punk Rock. Nos dice, con una arrogancia que me resulta familiar, que la humanidad es un proyecto fallido, un borrador. Nos hemos jactado de nuestro progreso tecnológico, de nuestro supuesto intelecto superior pero, en el fondo, seguimos siendo seres incompletos, moral y éticamente defectuosos. Lo hermoso de la ironía aquí es que esta banda, que se presenta como una especie de salvadora intelectual del Punk, nos está diciendo que no hay salvación, que el error es genético. Mientras Green Day te dice “tengo un problema, déjame dormir”, Bad Religion te grita “somos el problema, y no hay despertador que nos salve”.
En conclusión, este par de canciones, no son más que dos reacciones diferentes a la misma constante universal: el sufrimiento.
- Green Day lo ve como algo pasajero, un dolor agudo que pasará con el tiempo. Es el equivalente a esperar que una reacción exotérmica se enfríe sola.
- Bad Religion, por otro lado, lo considera un estado permanente, una constante en la fórmula humana. Es como si el sufrimiento fuera un reactivo indispensable para existir.
A mis hijos les digo que, por más que la música sea ruidosa y caótica, la humanidad es la misma. Y que, a fin de cuentas, me quedo con mi trabajo y mis reacciones controladas. Al menos ahí, cuando algo no sale según lo planteado, sé a quién culpar. No me imagino la cantidad de horas extras que me llevaría arreglar la "Incompletitud" del ser humano.
Completo (o no) estas líneas, a las apuradas, a sabiendas de que “casi” se completa el mes de setiembre. Sí, setiembre, no “septiembre”. Vaya Ustét… ¡Oh estimado lector! A escupir la pantalla de su dispositivo pronunciando la “p” aporteñada, justo en el mes del 175 aniversario de la muerte de “El Padre Nuestro Artigas”.
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