Pensé que fue ayer

Dormite tranquilo, que todo va a pasar

Mamá tá contigo, yo ya voy a llegar

Mirá la luna, que yo la voy a mirar

Le contaré un cuento para que lo puedas soñar

No tengas miedo, que nadie va a apagar la luz

Reíte durmiendo que yo ya voy a volver al sur

Dormite tranquilo que yo calmo mi dolor

Mamá te hace mimos y yo desde acá te canto

Es que quiero volverte a ver

Ya falta poco para estar allá

No te me vayas a asustar

Que todo va a estar en el mismo lugar

Yo me voy a ir al sur

Con la intro musical les doy la bienvenida a esta entrega, para que conozcan la historia de Donald Herbert.

Canción: Dormite Tranquilo.

Hermosura de introduccion creada por el ya desaparecidp Claudio Taddei que me da para arrancar a contar esta historia.

Donald era un niño que nació en Búfalo, Nueva York. Un día, estando en la escuela, la maestra les tenía preparada una sorpresa para todos los alumnos, incluido él. La sorpresa era la visita de un bombero.

¿Cuál era la función de ese bombero ahí?  

La de visitar instituciones educativas con el fin de ofrecer información sobre las medidas de seguridad y los pasos a seguir durante situaciones de emergencia, para que los niños tuvieran marcado un protocolo de pasos a seguir en esas situaciones.

Cuando Donald vio a ese bombero entrar con su uniforme puesto y escuchar el trabajo que hacía para proteger y salvar personas, quedó fascinado y ahí supo que su destino y profesión era esa.

¿Y lo logró?

Sí, cumplió el destino que se había prometido. Llegó a ser bombero. Tuvo algunos elogios por su desempeño en valentía y, como decía Heber, dejar el cuero en la estaca.

Era una mañana del 29 de diciembre de 1995. Sonó la sirena de alarma en el destacamento de bomberos de Bfalo. Donald fue el primero en estar pronto. Se deslizó por el tubo, se puso su traje y arribó al camión.

La llamada de emergencia era de un edificio que ardía en llamas.

Esa misma mañana, mucho antes de la alarma de emergencia, Donald había hablado con Linda Herbert, su esposa. Él le contaba que tenía sueño porque fue una noche agitada en el destacamento. También le preguntó cómo estaban los niños pues ambos eran papis de 4 bendiciones de 3, 11, 13 y 14, pero en especial preguntó por Nicholas, que era el de más chico, dado que él siempre la pedía a su padre que le leyera un cuento para dormirse tranquilo.

Volviendo a la emergencia, la lucha por apagar el fuego de ese edificio era feroz y nuestro amigo Donald era muy tenaz, pero en unos segundos las llamas devoraron todo haciendo que parte de un balcón se desplomara, dejándolo sepultado bajo los escombros. Tras quedar sin aire durante varios minutos, Herbert se desmayó. Sus compañeros los pudieron sacar de esos escombros y fue derivado lo más rápido posible a la emergencia de un hospital donde lograron estabilizarlo y salvar su vida.

¿Se despertó en algún momento?

Sí, obvio. Pero esos minutos sin aire le dejaron secuelas a Herbert. Al despertar, estaba casi ciego. Había perdió la memoria y no podía hablar claro. No reconocí­a ni a su esposa ni a sus cuatro hijos, amigos o allegados. 

Con el pasar de los días, fue recuperado recuerdos de su familia y lo trasladaron a un residencial de Orchard Park, a las afueras de Buffalo, para que estuviera más cómodo. Un sábado por la mañana, de repente, le gritó a la enfermera que lo cuidaba: «Quiero hablar con Linda, mi mujer», dijo. La enfermera llamó a un empleado, le pidió que le marcara a la casa de la familia de paciente, el empleado telefoneó, y le puso en teléfono a Herbert.

Sonó 2 veces. A la tercera atienden.

Herbert: Hola, Linda, soy yo, tu esposo...

Pero del otro lado se escuchó.

Desconocido: Papá ¿Eres tú?...

Herbert: ¿Quién eres?...

Desconocido: “Soy tu hijo, Nicholas”.

Herbert: Imposible. Nicholas solo tiene 3 años. ¿Qué está pasando?¿Por qué me hacen está broma de mal gusto?.

Estaba indignado al punto que se descompuso. La fluidez con la que había hablado desapareció y tuvieron que medicarlo.

Ese mismo sábado, la directora del instituto donde estaba alojado Herbert se comunicó con la familia nuevamente para organizar una reunión familiar en dicho lugar.

¿Y se pactó la reunión familiar?

Sí, y esa fue la primera conversación -después del accidente que tuvo- con su esposa y sus cuatro hijos.

(Recordar que Donald había quedado con secuelas y seguía médicado después de la llamada telefónica, no podía distinguir bien las cosas en ese momento).

Pasaron meses y las charlas y visitas con su familia fueron creciendo, también lo visitaron otros familiares y amigos colegas de la chamba del cuartel de bomberos.

(Por orden médica las charlas debían tener un tono de recuerdos para no forzar la mente del paciente que estaba complicada).

Pero un día de lucidez con su familia, preguntó por el pequeño Nicholas.

¿Por qué aún mi pequeño hijo no me vino a ver?

¿Es que ya no me quiere?

Linda no soporto más y le dijo: "Querido, ¿qué es lo último que recuerdas antes del accidente?.

Herbert respondió: "Recuerdo estar combatiendo el incendio y que se desmoronó algo sobre mí y quedé. ¿Por qué esa pregunta? Eso pasó hace unos meses ya desde que estoy alojado aquí".

Linda: "Eso fue hace casi 10 años, tu hijo Nicholas vino siempre a verte, tú no lo podías reconocer, ya es un adolescente de 13 años.

"¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?", preguntó Herbert.

Linda: Estuviste en coma desde 1995 hasta ahora, actualmente es el año 2005.

La ficha le empezó a caer a Herbert y en su descomposición mental empezó a atar cabos, mientras pensaba "las cosas que me he perdido en este tiempo".

¿Qué se perdió Donald en esos años de su larga siesta?

Antes de leer qué cosas se perdió Donald, hay que valorar a Linda, su esposa, que en todo ese tiempo tuvo que batallar legalmente con los padres de su esposo que tenían el poder y querían desconectar a su hijo, cosa que Linda negó, aferrada a la idea de que él regresaría.

Ahora sí:  cosas como estas se perdió el dormilón de Donald.

En 1996 pasó el Atentado en los Juegos Olímpicos de Atlanta: el 27 de julio, un atentado con bomba en el Parque Olímpico del Centenario mató a dos personas e hirió a otras 111.

En 1997, el huracán Paulina (Rubio) causó la muerte de entre 230 y 400 personas en los estados de Guerrero y Oaxaca, México. 

En 1998, la película Titanic ganó 11 estatuillas en los premios Óscar con la actuación de la actriz más villana de todos los tiempos, Rose (Jack entraba en esa tabla).

En 1999 pasó el Impeachment de Bill Clinton: el Senado de Estados Unidos absolvió al presidente Bill Clinton (cuentan las malas lenguas que estaba de tiroteo con Mónica, la becaria).

En 2000, Brad Pitt y Jennifer Aniston se casaron(dato al pedo).

En 2001 fue el ataque terrorista del 11 de septiembre contra Estados Unidos, perpetrado por el grupo Al-Qaeda (hay que ver si fue Al-Qaeda comentó Salle).

En 2002 en Uruguay, dada la crisis economía, la pérdida de trabajos, ahorros que perdieron las personas, se provocó un aumento de los suicidios y  más de 30 mil personas emigraron en búsqueda de un futuro mejor.

2003: Luiz Inacio Lula da Silva asume la presidencia de Brasil (dicen que tiró unos pasos de capoeira).

El 4 de febrero de 2004, Mark Zuckerberg lanzó junto con sus compañeros de universidad el Facebook, una plataforma social (se llenó de guita, así que estudien, chicos, estudien).

Y en 2005, por solo unos meses, nuestro bello durmiente se perdió de ver la alegría de un pueblo al ver que la izquierda uruguaya alcanzaba el triunfo, liderada por Tabaré Ramón Vázquez Rosas, que se colocaba la bandera presidencial. "Festejen uruguayos, festejen".


(Demasiado de izquierda).

Yo creo que igual poco le importó a nuestro amigo Donald perderse esos sucesos. Su deseo era reencontrarse con su familia y lo pudo hacer con dificultades físicas, sí, pero pudo lograrlo. 

Donald quedó con muchas nanas, tuvo numerosas infecciones durante los meses siguientes y finalmente murió el 21 de febrero de 2006.

En sus últimos instantes de vida, su hijo Nicolás le dijo a su padre: “Tranquilo, pa, ya podés dormirte tranquilo”, recordando esas noches cuando le contaba cuentos.

A continuación un vídeo que puede conseguir gracias a la plataforma YouTube.

Ahora unos datos extra más para el final, porque no es la primera vez que tiene lugar un caso como este en Estados Unidos.

Un hombre de Arkansas que había sido víctima de un accidente automovilístico fue Terry Wallis. Pasó 19 años en coma, pero hace dos años se despertó y comenzó a hablar con sus familiares.

También un policía de Tennessee, Gary Dockery, habló ocho años después de haber quedado paralizado y mudo durante un tiroteo en 1988.

Y esa fue la historia de nuestro héroe sin capa, pero eso sí, con un súperpoder único: la valentía de poner en riesgo su vida para salvar otra.

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Gracias por leer, hacía tiempo que no escribía acá y espero que se repita.

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