Bienvenidos nuevamente por esta parte del blog.
Hoy entramos en la parte final de este evento histórico sobre el acorazado de bolsillo alemán Graf Spee. En el vamos recorrer sus últimas horas, la llegada al puerto de Montevideo y los acontecimientos que sucedieron allí, así como su destino inexorable.
Sobre las 5:30 de la mañana del 13 de diciembre de 1939 el vigía del Graf Spee vio dos mástiles a estribor y no vio chimeneas, por lo cual pensó que no eran barcos mercantes y si de guerra. Inmediatamente se dio la orden de despertar al capitán Langsdorff, al llegar al puente el capitán pensó que podría ser una escolta de un convoy que se mencionaba en la documentación rescatada del Tairoa, una de sus últimas víctimas. Pero esto quedó descartado a las 5:52 ya que identificaron que era el destructor británico Exeter, que navegaba acompañado de otros dos buques de menos tamaño que en principio se identificaron como destructores, pero luego como cruceros de la clase Leander (que fueron una clase de ocho cruceros construidos para la Royal Navy a principios de la década de 1930 y que entro en servicio en la segunda guerra mundial).
Portada del diario el Pais, sobre la batalla del Graf Spee |
El cortejo ya en el cementerio del Norte |
Foto de el entierro de los marinos del Graf Spee en el cementerio del norte. |
Foto del entierro de los marinos alemanes, en la misma pueden ver varias personas haciendo el saludo nazi
El capitán Langsdorff en primer plano durante el entierro de los 36 marinos, el cura también hace el saludo nazi |
Foto del año 2009 del lugar donde están enterrados los cuerpos de los marinos del Graf Spee en el cementerio del norte |
"Ponga usted el precio", dijo el capitán Hans Langsdorff en un perfecto francés y colocó sobre el escritorio de su interlocutor un cartapacio de cuero abierto, en cuyo interior se veía un cheque en blanco. «De ninguna manera, en mi empresa no repararemos su barco», respondió enfático Alberto Voulminot, también en francés, el idioma de sus ancestros. «Véndame entonces, los materiales que necesito», pidió Langsdorff, vestido con su impecable uniforme blanco y haciendo gala de sus refinados modales.
"Capitán, es inútil, esta empresa no sólo no reparará al Graf Spee, sino que tampoco le venderá ni un solo elemento de los que está usted precisando", respondió. "Ponga usted el precio, pida lo que quiera, no hay límite", insistió el marino alemán y con su mano derecha le señaló el cheque que minutos antes había colocado sobre la mesa del empresario uruguayo. "No es cuestión de precio, ni de dinero, sino de dignidad", expresó cortante Voulminot. "Señor, ¿usted sabe que yo tengo, en mi barco, armamento y fuerza suficiente para volar la ciudad de Montevideo?". "Claro que lo sé capitán. Pero también sé que usted es un caballero y que no lo hará". Voulminot se levantó de su silla y dio por terminada la reunión. Tomó el cartapacio, se lo entregó a Langsdorff y lo acompañó hasta la puerta de su empresa, por entonces ubicada en Rondeau y Nicaragua.
Palabras más, palabras menos este diálogo se produjo el 15 de diciembre de 1939, en horas de la tarde, en la oficina del dique Regusci y Voulminot, que tiempo despues se llamara Tsakos
Dibujo de la epoca de la empresa Regusci y Voulminot |
Foto del año 2010 de la esquina, ya en ese momento la empresa Tsakos |
Después de todos estos acontecimientos y luego de que el capitán Langsdorff, recibiera la orden de que el barco no podía caer de ninguna forma en manos enemigas. El decidido no intentar enfrentar a sus enemigos ya que seria una batalla sin sentido y no quería que mas hombres de su tripulación murieran. Fue que tomo la decisión de hundirlo, para esto el capitán ordeno la destrucción de todo lo que no fuera necesario para poder mover el buque hasta su lugar final. Entre las cosas a destruir fueron los equipos no necesarios, asi como toda la documentación, cartas de navegación o cualquier cosa que pudiera ser útil para el enemigo. Luego mando repartir toda la munición que quedaba en el buque a modo de preparar el hundimiento.
En esta foto se puede ver al Graf Spee abandonando el puerto de Montevideo, también se ve la gran cantidad de personas que fueron a ver lo que sucedía con el corsario alemán |
Foto de la escollera del puerto de Montevideo, en el momento de la partida del acorazado alemán |
“Excelencia:
Después de haber luchado largo tiempo, he tomado la grave decisión de hundir el acorazado Admiral Graf Spee a fin de que no caiga en manos del enemigo. Estoy convencido de que, en estas circunstancias, no me quedaba otra resolución que tomar después de haber conducido mi buque a la “trampa” de Montevideo. En efecto, toda tentativa para abrir un camino hacia alta mar estaba condenada al fracaso a causa de las pocas municiones que me quedaban. Una vez agotadas esas municiones, sólo en aguas profundas podía hundir el buque a fin de impedir que el enemigo se apoderara de él. Antes de exponer mi navío a caer parcial o totalmente en manos del enemigo, después de haberse batido bravamente, he decidido no combatir, sino destruir su material y hundirlo… Desde un principio he aceptado sufrir las consecuencias que implicaba mi resolución. Para un comandante que tiene sentido del honor, se sobreentiende que su suerte personal no puede separarse de la de su navío… Ya no podré participar activamente en la lucha que libra actualmente mi país. Sólo puedo probar con mi muerte que los marinos del Tercer Reich están dispuestos a sacrificar su vida por el honor de su bandera. A mí sólo corresponde la responsabilidad del hundimiento del acorazado Admiral Graf Spee. Soy feliz al pagar con mi vida cualquier reproche que pudiera formularse contra el honor de nuestra Marina. Me enfrento con mi destino conservando mi fe intacta en la causa y el porvenir de mi Patria y de mi Führer.
Dirijo esta carta a Vuestra Excelencia en la calma de la tarde, después de haber reflexionado tranquilamente, para que usted pueda informar a mis superiores y, si es necesario, desmentir los rumores públicos.
Capitán de navío Langsdorff comandante del acorazado Admiral Graf Spee”.
Portada del Diario el Pampero del Miércoles 20 de diciembre de 1939, con la noticia del suicidio de Langsdorff |
Segunda pagina de el Pampero, con mas información del hecho |
En febrero de 1940, la delegación alemana en Montevideo vendió los restos del barco a un particular, Julio Vega Helguera, que resultó ser testaferro de Gran Bretaña. En una operación no informada al gobierno uruguayo, los ingleses enviaron un especialista para inspeccionar el pecio (Pecio es pedazo o fragmento de una nave que ha naufragado), con el objetivo de acceder a algunos de sus avances técnicos. No pudieron encontrar nada que sirviera.
Fotos tomadas antes de ingresar a la nave en el año 1941, todavía se podía ver parte del acorazado fuera del agua |
El paso del tiempo fue ocultando al Graf Spee. Lo último que sobresalió de las aguas fueron la torre de combate y la chimenea, muy escoradas. La popa se había desprendido del resto del barco con la voladura de 1939 y giró unos 120 grados al hundirse.
En marzo de 1997, el arqueólogo marino Héctor Bado coordinó el rescate de uno de los cañones del Spee, de 150mm. Fue reparado y puesto en exhibición en el Museo Naval en Montevideo.
En el circulo se puede apreciar el Telemetro del acorazado, en su posición original |
Foto actual del Telemetro emplazada en el puerto de Montevideo, este elemento es un gran atractivo para los turistas que llegan al Pais. |
Una vez que había terminado de aprovisionarse. Se
trasborda la mayor parte de la tripulación del acorazado Graf Spee al vapor
Tacoma, tratando de huir del puerto, pero al no lograrlo los trasborda a los
remolcadores Coloso y Gigante y a la chata Chiringuana antes de la voladura del
acorazado alemán, para su traslado a Buenos Aires. El Crucero Uruguay intima al Tacoma a volver a puerto, acusando a su capitán de
violar la neutralidad del país. El 30 de diciembre de 1939 se decreta que el Tacoma dispone de un plazo de 24 horas para
abandonar el puerto de Montevideo, según las disposiciones de la Convención de
la Haya. El 1erpo de enero de 1940 al vencerse el plazo dado por el gobierno, se procede a la
internación del buque y se mantiene a la tripulación prisionera a bordo. El 17 de Marzo de 1940 se incauta el buque a raíz del hundimiento del vapor Montevideo. A partir de ese momento es arrendado a los Estados Unidos. En julio de 1940 se descubre que los marinos
alemanes habían dañado los alabes de la turbina y otros elementos de la
maquinaria. La turbina es mandada a reparar a USA. Después de
reparado parte hacia Boston para alistamiento, señal distintiva HPLL,
registrado en Panamá. Y pasa a integrar la flota de la US Navy en el Pacífico. El 6 de Octubre de 1946 se enarbola el pabellón nacional en Philadelphia, pasando a
integrar la flota mercante de ultramar de la Administración Nacional de
Puertos, siendo su primer comandante el capitán Andres Cikato, parte a
Montevideo el 9/10. Arriba a Montevideo en su viaje inaugural
con pabellón oriental, el 23 de Noviembre de 1946. Desde ese año hasta 1951 realiza
viajes para la Armada Nacional. A partir de 1951 es afectado a la linea Río de la Plata -Mar del Norte,
llevando pasaje carga general y refrigerada. También realiza viajes a la
costa este de USA. El 19 de Octubre de 1962 colisionó en el Támesis con el carguero
Socotra, el 20 de noviembre sufre un incendio en las bodegas 3 y 4, en el
puerto de Rotterdam que reduce su capacidad frigorífica. Una vez reparado
se dirige al puerto francés de Le Havre, donde debido a una fuerte
tormenta el buque pierde un ancla y parte de la cadena correspondiente. El 29 de Febrero de 1969 parte en su último viaje regresando a Montevideo el 16 de Junio de 1969.
El 23de Julio de 1969 fondeado en antepuerto a la espera de una decisión sobre
su futuro. El 2 de Junio de 1973 se decreta su nuevo destino como Centro de Reclusión Tacoma, buque
prisión para reclusos de baja peligrosidad y es amarrado definitivamente en el
muelle Florida. En 1980 Se desafecta como buque prisión, devuelto a la ANP es vendido en 1985 en
licitación publica a la firma Naubal SA que paga US$ 65.000, y es desguazado en el
puerto de Montevideo en 1986, en el mismo muelle Florida.
En la foto se puede apreciar la descarga de los primeros Taxis Mercedes Benz que llegaron a Uruguay |
Foto del Tacoma fin de los 80s antes de ser desguazado |
Excelente columna, con apabullante cantidad de información. Como siempre.
ResponderBorrarGracias Álvaro por leer y comentar.
ResponderBorrarGran columna Claudio!
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