Cada día debemos segregar una parte de la realidad en favor de otra. A eso le llamamos elegir, y no debería existir un momento en el que seamos más conscientes de lo que implica que durante un periodo electoral. Debemos tomar partido por algo, por alguien, muchas veces sin la suficiente información, comprensión e incluso interés. Estamos en una relación tóxica con aquellos que buscan nuestro favor, sabiendo que nos decepcionarán eventualmente. A pesar de que diariamente realizamos este ejercicio una infinidad de veces, somos presa de quienes desean ser elegidos.
En un mundo acelerado, lleno de ruido y consumo desmedido, es fácil olvidar que existen voces que claman por un retorno a lo esencial. En el siglo XIX, ese clamor provino de Henry David Thoreau, un filósofo y naturalista que eligió apartarse del bullicio de la civilización para vivir en soledad junto a un pequeño lago en el bosque, optando por el minimalismo y la conexión profunda con la naturaleza como camino hacia la libertad.
El autor de Walden y Desobediencia civil creía que el individuo debía anteponer su conciencia moral a las leyes injustas y arbitrarias. Desde una temprana edad, Thoreau mostró un profundo amor por la naturaleza y la soledad. Sus caminatas por los bosques y el contacto con los paisajes de Nueva Inglaterra fueron más que simples aventuras de infancia; se convirtieron en el terreno fértil donde sus ideas trascendentales comenzarían a tomar forma.
Hijo de un fabricante de lápices y una madre abolicionista, Thoreau fue testigo de la lucha por la independencia intelectual desde su hogar. Asistió a Harvard en 1833, donde desarrolló un creciente desdén por la educación formal, que consideraba más una imposición que un camino hacia el verdadero conocimiento. A pesar de esto, absorbió las enseñanzas clásicas que más tarde enriquecerían su trabajo. También trabajó como operario en la fábrica de lápices de su padre, donde desarrolló un creciente desdén por el tedio de la labor alienante vinculada al proceso productivo. También dio clases y renunció porque no estaba de acuerdo con los castigos corporales que diligentemente se propinaban a los alumnos que demostraban desdén.
Henry David Thoreau |
Se unió al Club Trascendentalista fundado por Emerson, donde discutía con otros intelectuales acerca de la correspondencia del mundo espiritual con el material, encontrando en la naturaleza la portadora de toda la sabiduría a la que el hombre sabio debe aspirar. Para Thoreau, la libertad individual era el principio rector y la máxima ley que emanaba de la naturaleza.
Cuando no estaba de acuerdo con algún impuesto, simplemente no lo pagaba, lo que a menudo lo llevaba a la cárcel. Sus amigos pagaban estos impuestos, y cuando lo liberaban, su enfado era monumental. Les exigía que no lo ayudaran, pero la historia se repetía una y otra vez. Su acto de desobediencia civil, al negarse a pagar impuestos en protesta contra la guerra y la esclavitud, fue su forma de enfrentar a un gobierno opresor.
Cansado, decidió retirarse al bosque y vivir en armonía, encarnando su filosofía de vida: la coherencia entre el pensar y el hacer, entre la cultura y la naturaleza. Su padre le escribió una carta que decía: “Vete, construye una cabaña y comienza el gran proceso de devorarte a ti mismo. No veo otra alternativa ni esperanza para ti”.
La cabaña de Walden |
«Fui a los bosques porque deseaba vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido.»
Eddie Vedder podría haber suscrito esta misma idea cuando, en la cima de la fama de Pearl Jam en los 90, se alejó de los focos y evitó las entrevistas y los videoclips, una jugada contraria a las expectativas del mundo del rock. Mientras otros se aferraban a las convenciones de la industria musical, Vedder forjó su propio camino, centrando su éxito en la integridad artística, no en el reconocimiento masivo.
La madre de Eddie había elegido a un hombre violento y desagradable como padre. Este entorno caótico hizo que el pequeño Ed se refugiara en la música y la literatura, alejándose del tumulto de un hogar roto. También comenzó a trabajar muy joven en una gasolinera durante las noches. Al terminar su turno, se aventuraba a las playas para surfear, lo que le valió el apodo de "el hombre que nunca duerme". A medida que crecía, pasaba cada vez menos tiempo en casa. Un día, su madre decidió contarle un secreto que cambiaría su vida: el hombre que él creía su padre no lo era. En realidad, su verdadero padre era un amigo de la familia que, de vez en cuando, visitaba la casa en silla de ruedas. Pero había un detalle aún más devastador: ese hombre ya había muerto.
Tiempo después, un demo llegó a sus manos a través de un amigo con el que jugaba al baloncesto: Jack Irons, ex baterista de los Red Hot Chili Peppers. La banda que buscaba vocalista le envió una base musical, y Eddie, sin pensarlo, cantó sobre ella y reenvió el cassette. La banda quedó asombrada. Le mandaron un billete de avión, y en poco tiempo, Pearl Jam había nacido.
Eddie |
Sin haber lanzado aún su primer álbum, ya causaban furor en MTV gracias a Hunger Strike, una colaboración con Soundgarden. Poco después, grabaron el icónico videoclip de Jeremy, una canción poderosa inspirada en la historia de un niño que se quitó la vida frente a sus compañeros de clase, algo que Eddie había visto en las noticias. De inmediato, Pearl Jam se convirtió en la alternativa a Nirvana, y sus seguidores los veían como rivales. Vedder, con su presencia magnética, fue elevado al estatus de dios del grunge. Pero no todo fue éxito; tras un desacuerdo con MTV por cantar sus letras tal cual eran, Eddie decidió que su banda dejaría de aparecer en videoclips. Junto a Pearl Jam, comenzó una batalla legal contra Ticketmaster por los exorbitantes precios de las entradas, una guerra que cambiaría la industria de los conciertos para siempre.
La banda sonora de Into the Wild refleja su afinidad con la naturaleza y su creencia en la libertad que esta ofrece. La película narra la historia de Chris McCandless, un joven que, al igual que Thoreau, se retiró hacia Alaska en busca de autenticidad y significado. En canciones como Society, Vedder advierte sobre los peligros del materialismo y la desconexión que produce una vida basada en el consumo. Al igual que Thoreau, Vedder parece recordarnos que la paz y la verdad no se encuentran en los logros sociales, sino en lo simple y lo cotidiano, honrando la máxima que alcanza el protagonista de la película en el zenit de su búsqueda: "La felicidad solo es real cuando es compartida".
Cada uno en su tiempo, Thoreau y Vedder representan la lucha por la autenticidad y la libertad individual en un mundo que constantemente intenta imponer conformidad. Mientras Thoreau encontró en los bosques de Concord la libertad que anhelaba, Vedder ha buscado esa misma independencia a través de su música, usando la naturaleza, la introspección y el dolor como fuentes de inspiración.
En última instancia, ambos creadores comparten la creencia de que el mayor acto de resistencia es vivir de acuerdo con la verdad de uno mismo, en conexión con la naturaleza y combatiendo la opresión de las estructuras sociales y políticas.
Tengo edad suficiente para saber que quien más promete es aquel que no piensa cumplir, y que si debo poner mi destino en manos de alguien, lo tengo jodido. Las personas que merecen esa confianza no suelen buscarla. Se recluyen en alejadas cabañas entre los árboles o en una tabla de surf en medio del mar.
Será por eso que, en momentos difíciles, Walden me dio el aire fresco de los bosques en una cama de hospital, y la voz de Vedder, a todo volumen, fuerzas cuando el cansancio arreciaba:
No quiero tomar lo que puedes dar...
Preferiría morirme de hambre antes que comer de tu pan...
Todas las cosas que otros quieren para mí...
No pueden comprar lo que quiero porque es gratis...
Seguramente, al igual que Jeremy, pero muchos años antes, Henry David Thoreau fue víctima de bullying, sus compañeros los "Thoreaban" en la escuela.
ResponderBorrarComentario para precisar algunos conceptos... "Hunger strike" no es "una colaboración con Soundgarden", sino un sencillo del disco homónimo de la banda "Temple Of The Dog", proyecto con músicos de Pearl Jam y liderado por Chris Cornell, de quien mucho he hablado en este espacio TPLMP Blog y que además, cuenta con Eddie Vedder colaborando en las voces.
ResponderBorrarPor lo demás, excelente columna, señor.
I woke the same as any other day / Except a voice was in my head
ResponderBorrarIt said seize the day, pull the trigger / Drop the blade / And watch the rolling heads
The day I tried to live / I stole a thousand beggar's change / And gave it to the rich
The day I tried to win / I dangled from the power lines / And let the martyrs stretch
Siempre un placer leer tu columna y tus comentarios! Asi es, como bien puntualizas es parte del disco de Temple of the dog, esa hermosa suerte de exegesis y tributo a Andy Wood, no quise ser mas especifico para no marear, pero merece ser dicho. ¡¡¡¡Gracias por leer, un abrazo!!!!
ResponderBorrarMuy bueno todo, che. "Jeremi" qué gran canción...
ResponderBorrarEstoy llegando a un lugar en que pienso que las elecciones son cada vez más una forma de legitimar a través del voto los abusos, desbordes y violencias que otra cosa. Uno mira Argentina y no puede creer que alguien haya ido a una urna a expresar su voluntad de que sea así. Aunque no hay que ir muy lejos, ver lo que pasa en este país con el plebiscito de la jubilación. Elecciones...elecciones. puro circo.