Como bien decía Perogrullo “para un buen tuco de pollo hay que tener, hoy primero, el pollo”. De seguro todos tenemos personas a nuestro alrededor que pregonan con orgullo, sentencias similares a las de Perogrullo. En ocasiones, esas personas somos nosotras.
Las obviedades nos rodean y muchas veces no es tan obvia su presencia, tanto como su peso.
Las revoluciones pueden ser ruidosas o silenciosas.
A saber:
Revolución Francesa: ruidosa
Revolución Industrial: ruidosa
Revolución Tecnológica: silenciosa
Revolución Rock: The Clashbulosos Cadillacs.
Hay revoluciones “espontáneas” que siempre responden a un proceso, y muchas veces la procesión va por dentro. Las perlas de conocimiento que nos brinda el refranero popular, vienen de la mano de profundos enunciados filosóficos, que por ser presentados en lenguaje llano y coloquial, su contenido es accesible más allá del nivel socioeducativo de quien reciba el mensaje. Toda esa valiosa sabiduría moldeada a lo largo de los siglos por nuestras predecesoras y predecesores en la experiencia vital, se compacta, se pone a prueba, se dice y se contradice, teniendo en nuestra cotidianidad un enorme número de ocasiones para poner a prueba la validez de cada aforismo.
El refrán es una sinopsis de la serie. La metáfora es una temporada misma, la parábola es la serie completa, y la alegoría es Netflix (o Disney +, o cualesquiera de las plataformas que Ud. Suscriba).
En la segunda entrega de “El Recorte”, quizá, si los Astros nos sonríen o forman línea de cuatro con laterales que se proyecten al ataque y les dé el aire para volver a defender, entraremos de lleno en el tema que nos competía antes de comenzar a redactar estas líneas que esquivaron el embudo, en este nuevo Devaneo Sesudo.
To be continued...
Muy bueno! esperamos más!!
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