3 veces 3
¡3 hermosa mañana, verdad!
¡3 intentos!
¡3 oportunidades!
1)"Hermosa mañana verdad" comento el Obstetra de turno del University Hospital a la pareja irlandesa Catherine y John Horan al recibir el nacimiento de su hijo Cornelius Horan el 22 de abril de 1947 en la localidad de Knockeenahone, Condado de Kerry en Irlanda. La alegría era inmensa para ambos, no porque él fuera su primer hijo, dado que Cornelius era una bendición más de 12 hermanos (no había tele ni radio en ese entonces) sino porque ellos veían que a él le aguardaba algo histórico en su vida.
Para empezar, Cornelius estudió para ser sacerdote en los Colegios de San Brendan en Killarney y en el Colegio de San Pedro en Wexford. En 1974 se interesó por la Comunidad Apostólica de Cristo por lo que renunció a su sacerdocio, aunque se reincorporó a este en 1980.Horan se interesó en la profecías y se obsesionó al nivel de ser un profeta y publicó 2 libros llamados Glorious New World Very Soon to Come (Un glorioso nuevo mundo muy pronto vendrá) que predecía el fin del mundo y otro, Christ Will Soon Take Power From All Governments (Cristo pronto tomará el poder de todos los gobiernos) en el cual afirma que en la segunda venida de Cristo Jesús, gobernará y las personas serán divididas en dos clases: los "Santos inmortales" y "mortales ciudadanos" que serán "judíos de adopción" y llegarán a vivir 900 años (el sueño del senador suplente Da Silva: hay gente de cada lado del alambrado).
2)"Hermosa mañana verdad" dijo Cornelius el 20 de julio de 2003. En ese mismo día entró en la pista de carreras del gran premio de Gran Bretaña de Fórmula 1. La edición se celebraba en el circuito de Silverstone, él llevaba puesta una falda escocesa y una bandera con el texto: "Read the Bible. The Bible is always right" (Lee la biblia. La biblia siempre tiene la razón). Varios de los pilotos tuvieron que maniobrar para evitar atropellar a este lunático. Cornelius fue sacado de la pista y obviamente arrestado. Fue acusado de allanamiento agravado, cargo del que se declaró culpable y por el que fue sentenciado a dos meses (muy floja la ex fiscal Fosatti de Gran Bretaña). Este fue el primer intento de nuestro sacerdote con delirios de profeta de llamar la atención.
Después de pagar su condena se tranquilizó y a la mitad de año del 2004 decidió viajar a ver los juegos olímpicos en Atenas. Pero antes de eso iba por un intento más de llamar la atención.
Pues esta iba a ser su tercera partición consecutiva en las olimpíadas dado que su primera maratón olímpica había sido en Atlanta 1996, donde quedó muy rezagado y ni pudo batir su marca personal.
Su segunda vez fue en Sídney 2000, donde estuvo cerca pero no pudo obtener medalla alguna. Pero el Vanderlei de la gente se tenía toda la fe para esta maratón en Atenas 2004, dado que en los Juegos Panamericanos de 1999 en Winnipeg, Canadá, por primera vez obtuvo medalla de oro al salir primero y eso no es todo: su segundo oro fue también en los panamericanos del 2003 en Santo Domingo, donde terminó sellando su favoritismo para las próximas olimpíadas y el se sentía con todas la fuerza para ese desafío.
Si le prestamos atención a la historia del astro brasileño, esta maratón para él sería de "La tercera es la vencida".
El recorrido de la maratón es durísimo: son 42,195 kilómetros en ese trayecto, la mitad de la carrera en ascenso y más o menos la otra mitad en descenso y sin sombra alguna.
Aquella fue una carrera épica en la que el garotinho Vanderlei de 35 años recién cumplidos y 21 maratones arriba estaba decidido a ganar y arrancó con todo. Ya en la mitad de trayecto había hecho un tiempo de 1h 07:23 y 15 segundos y sacándole a su más cercano rival 35 segundos de ventaja.
El recorrido de la maratón es durísimo: son 42,195 kilómetros en ese trayecto, la mitad de la carrera en ascenso y más o menos la otra mitad en descenso y sin sombra alguna.
En el kilómetro 32, el grupo de 21 competidores redujo a 8 que eran: el británico Jon Brown, el etíope Ambesse Tolossa, el marroquí Jaoaud Gharib, el estadounidense nacido en Eritrea Meb Keflezighi, el italiano Stefano Baldini, los kenianos Eric Wainaina y Paul Tergat, plusmarquista mundial, y el japonés Shigeru Aburaya.
A los cuales les llevaba 25 segundos de ventaja.
En el kilómetro 34 pasó esto en la maratón:
A los cuales les llevaba 25 segundos de ventaja.
En el kilómetro 34 pasó esto en la maratón:
Gentileza de ESPN globo.
Nuestro loco irlandés exsacerdote con complejo de profeta, salió desde la vereda, obstruyó y empujó a Vanderlei, que cayó al piso deteniendo su ritmo y perdiendo unos diez segundos.
El público en un rápido accionar detuvo al maniático irlandés y reincorporó al atleta brasileño, que siguió en carrera.
"La tercera es la vencida", cosa que también aplicaba para nuestro exsacerdote que esta vez sí se salió con la suya.
Volviendo a la carrera olímpica, la recta final después del incidente le costó enormemente a Lima y fue rebasado por Stefano Baldini y después por Keflezighi.
El resultado final fue que el Italiano Baldini gano con 2h 10:55 y batió el récord del año 1969, Segundo es Kefle con 2h 11:29 y tercero Valderlei, con 2h 12:11.
Volviendo a la carrera olímpica, la recta final después del incidente le costó enormemente a Lima y fue rebasado por Stefano Baldini y después por Keflezighi.
El resultado final fue que el Italiano Baldini gano con 2h 10:55 y batió el récord del año 1969, Segundo es Kefle con 2h 11:29 y tercero Valderlei, con 2h 12:11.
Todos pensarían que el atleta brasileño, al ver que iba salir tercero y dado por lo que le sucedió, estaría con un ánimo bajo. Pero no: ni bien entró a la pista, se puso a repartir besos y saludos.
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Quiso redimirse para librarse de sus pecados y pidió perdón en una carta a De Lima y hasta aprendió portugués para viajar a Brasil a hablar con él y disculparse en persona, pero el atleta nunca accedió y Horan acabó rebotado.
Vanderlei De Lima tuvo el honor de encender el pebetero de los Juegos Olímpicos de Río 2016 como una forma de reconocimiento.
Vanderlei De Lima tuvo el honor de encender el pebetero de los Juegos Olímpicos de Río 2016 como una forma de reconocimiento.
Si Navascués hubiera sido brasileño, esa presea dorada no se le escapaba a Vanderlei.
ResponderBorrarjaja algo nos llevamos el oro o una suma economica muy favorable.
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