Enfrentamientos

¿Conoce usted la ley de Brandolini? Yo, hasta hace muy poco, no. Aunque debo admitir que tiene mucho de proverbio chino o de fábula de Esquilo, llámelo como quiera, por lo tanto puede resultarle familiar.

El nombre alternativo arrojará más luz sobre dicha ley, que es también conocida como el principio de asimetría de la estupidez. Básicamente, lo que enuncia es que la cantidad de energía que se debe emplear para refutar una tontería es muy superior a la necesaria para crearla. Gore Vidal y Norman Mailer, dos enormes escritores del siglo XX para la cultura norteamericana en particular y el mundo intelectual en general, no escapan a este principio. Vidal tuvo una disputa con Mailer que se volvería legendaria. Comparó a Mailer con Charles Manson en un artículo periodístico, cuestión que lo enfadó sobremanera, y eso que era un tipo especialmente irritable. 

Ni bien se cruzaron, le dio un cabezazo. Vidal venía de una familia de políticos; su padre había fundado varias aerolíneas y su abuelo, que había sido casi vicepresidente de los Estados Unidos, lo puso a leerle todos los documentos diarios que le hacían llegar como senador ya que estaba prácticamente ciego, cuando Vidal tenía apenas 7 años. Mailer era de familia judía; se alistó en el ejército ni bien pudo durante la Segunda Guerra Mundial, dejando atrás sus estudios de Ingeniería. Se volvería un novelista ganador del premio Pulitzer. “Los desnudos y los muertos”, su primera novela, le granjeó fama mundial y lo compararon con Hemingway y Tolstói. 

La ópera prima de Mailer.


Para los que creen que los enfrentamientos públicos son exclusividad de la era de las redes sociales, en el 71 fueron invitados a un talk show de moda, "The Dick Cavett Show". A Mailer le obsesionaba la intelectualidad y estaba en búsqueda constante de escribir “una gran novela”. Decía que no lo había podido hacer, a pesar de admitir que había escrito muy buenos libros, pero tenía la vara muy alta. Vidal criticaba a todo el mundo que fuera medianamente famoso para arriba, y lo hacía con un estilo que hoy se ve mucho en la discusión mediática. Diría que es un pionero de la ironía maliciosa, pero basta con leer a cualquier escritor romano promedio para saber que esto no es cierto. En todo caso, sí lo fue en la era de la televisión como un erudito fino e intelectualmente descollante, pero un auténtico mequetrefe. El típico personajillo de la oficina o de un grupo de WhatsApp del cual uno prefiere huir antes que profundizar en la relación, por más superficial que sea. Por otro lado, Mailer era iracundo y bastante conservador, violento con su mujer y no se callaba nada de lo que le pasaba por la mente, cueste lo que cueste. 

Antes de comenzar la entrevista, Vidal fue golpeado otra vez por Mailer y se presentaba calmo, respetando los turnos de intervención y aludiendo a la personalidad violenta de quien le diera un puñetazo tan solo unos minutos atrás. A tal punto este último se salió de sus casillas que, girándose hacia el público que lo abucheaba por este comportamiento siempre desafiante, les dijo: “Les quiero hacer una pregunta: ¿soy solo yo o ustedes son todos unos auténticos idiotas?”. Imaginen la reacción (no un emoji de caquita, un smiley con lágrima o bloqueo instantáneo, una reacción cara a cara, real).

Vonnegut acercando a los escritores enfrentados durante dècadas.


Unos 20 años después ocurrió otro cruce de dimensión pública entre los músicos Kurt Cobain y Axl Rose. El líder de Guns N' Roses comenzaba a quedar demodé en el ambiente del rock, y la nueva primera dama de la escena, Courtney Love, había hecho algunos comentarios sobre Rose en entrevistas, lo que inició una rivalidad entre ellos. Durante los MTV Video Music Awards de 1992, compartieron los tres el backstage y Love bromeó preguntándole a Rose si quería ser el padrino de su hija. Axl, conocido misógino, le dijo a Cobain que controlara a su esposa, lo que llevó a un intercambio de insultos.

Los MTV Music Awards del 92.


La tensión entre Nirvana y Guns N' Roses siguió un tiempo con ambos frontmen lanzándose indirectas en entrevistas y conciertos, un ejemplo clásico de las rivalidades entre bandas de rock en los años 90. Otros veintipico de años más, y solo puedo decir que jamás vi tantos de estos enfrentamientos, pero ahora se recogen a través de la red social X (¡ex Twitter, acostúmbrese!). 


Lo bueno es que luego se puede uno ver cara a cara y hacer de cuenta que no se ha dicho nada, que fue mal interpretado o directamente que no fue usted quien lo escribió. A mayor alcance, menor intensidad. Mailer era un tipo taciturno. A sus 80 años, durante una extensa entrevista, se quejó de los argumentos contra Irak que provocaron la guerra diciendo que los demás países podrían también estar en contra de Estados Unidos ya que tiene las mismas armas de destrucción masiva que se le atribuyeron a Hussein. El entrevistador le replica que Estados Unidos es un país noble, y esa es una gran diferencia. Mailer se pone firme: “América es un país democrático, y la democracia es algo noble y la nobleza debe ser protegida, ya que lo noble siempre está en peligro”. Vidal siguió siendo un pensador agudo: “Yo nací para ser escritor, y no se puede ser político y escritor a la vez. Un escritor debe decir la verdad… según la ve. Y un político no debe dar jamás su brazo a torcer, son dos fuerzas opuestas”.

No diré si prefiero la música de Rose o la de Cobain, mucho menos tomar un bando en esta ni en ninguna discusión, ya que creo no saber cómo hacerlo hace tiempo. 

Luego de tantos encuentros entre posturas discrepantes que hemos tenido y seguiremos teniendo que soportar, espero le sirvan los ejemplos y, sobre todo, la ley de Brandolini.

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