Desde Dresde a Tralfamador

Dresde es llamada "la Florencia del Elba". La comparación radica en la concentración artística, de cualquier disciplina, así como en los monumentos impresionantes que se han erigido allí a lo largo de los siglos. La casualidad quiso que esta fuera la ciudad en la cual el compositor Richard Wagner creció. 

A los 6 meses de nacido falleció su padre y, unos meses después, su madre se casaría con un actor y amigo del difunto, trasladándose la familia allí en momentos en que la zona era bastante convulsa política y militarmente. 

La belleza de la ciudad siempre fue respetada por los adversarios que lograron tomarla debido a su enorme atractivo cultural y arquitectónico. En ese ambiente lleno de estímulos, Wagner comenzó desde niño a demostrar destreza en música, pero también desarrollaría habilidades en escritura, escenografía y más, hasta el punto de diseñar un teatro con la finalidad de representar sus obras de manera óptima. 

Deslumbró e influyó a escritores como Schopenhauer o Nietzsche, con los cuales mantuvo fraternos intercambios y duros cruces. Se consideraba y era visto como el artista total. Ambos filósofos eran melómanos declarados y tenían a Wagner en un altar. Famosa es la frase de Nietzsche: "Sin música, la vida sería un error". Schopenhauer la consideraba la forma de arte suprema. 

En octubre de 1845, Wagner estrenó una de sus óperas más celebradas: "Tannhäuser". En ella se narra la travesía del homónimo héroe que termina en el reino de Venus, preso de sus encantos y deleites hasta que se hastía y decide escapar, dejando a la diosa despechada. Tannhäuser, al lograr escapar, se dirige hacia Roma donde se reúne con el Papa y le narra sus peripecias con el fin de recibir su perdón, cosa que no ocurre (si te gusta el durazno, bancá la pelusa).

Dresde en su maximo esplendor a principios del siglo XX.

Cien años después, Dresde sería arrasada. Se utilizó para ello más poder destructivo que en Hiroshima y Nagasaki juntas. Fue la particular venganza de los aliados contra el Reich. Las 4.000 toneladas de material incendiario hicieron arder la Florencia del Elba que había resistido todo tipo de invasiones. Mientras esto ocurría, un joven de 23 años nacido en Indiana, de familia de arquitectos, estaba encerrado en una cámara frigorífica como prisionero de guerra y esto fue lo que lo salvó de morir incinerado como la mayoría de quienes no estaban bajo tierra. Su nombre era Kurt Vonnegut. 

Cuenta que pasó mucho tiempo hasta que pudieron salir a la superficie, empujados por sus captores y encomendándoles a él y a un par de supervivientes una tarea digna de reo: recoger los cadáveres, que eran miles, apilarlos para luego terminar de calcinarlos o arrojarlos a fosas. Todo esto fue el origen de una de las obras más notables del siglo XX, "Matadero cinco", donde narra desordenadamente parte de esa vivencia. 

Para poder hablar de ello, debió utilizar un recurso curioso: este crudo libro está escrito en clave de humor, ya que el protagonista no vive una vida lineal y es estudiado por una raza extraterrestre, los Tralfamadorianos. Y lo escribe durante la guerra de Vietnam, quizás para legarnos a los más jóvenes una lección tan simple que ninguna generación a lo largo de la humanidad comprendió: no hay nada glorioso en la guerra. Lo dejo en sus palabras, que me resultan insuperables: "Si este libro es tan corto, confuso y discutible, es porque no hay nada inteligente que decir sobre una matanza. Después de una carnicería solo queda gente muerta que nada dice ni nada desea; todo queda silencioso para siempre". 

El afable Richard Wagner.

El libro tiene pasajes hilarantes mezclados con el horror más absurdo. Wagner, que también sufrió a causa de los vaivenes que en la fortuna de cualquiera genera vivir la guerra, la veía de una forma un poco más romántica. Dudo que lo hayan obligado a pasar horas y días levantando cadáveres calcinados entre escombros. Él murió sin saber que Dresde fue reducida a cenizas, como tampoco supo que una de sus composiciones, "La cabalgata de las valkirias", quedaría grabada en el imaginario colectivo como sinónimo del horror de la guerra gracias a la escena de los helicópteros en "Apocalypse Now". 


Me gustaría dejarlos con un ejemplo del genio de Vonnegut, un pequeño diálogo entre él y los extraterrestres que lo contactan: 

"(...) Si los demás planetas aún no están en peligro a causa de la Tierra, pronto lo estarán. Así que les ruego que me digan el secreto para llevarlo a la Tierra cuando regrese y conseguir nuestra salvación. ¿Cómo puede vivir en paz un planeta? Billy se sentía como si hubiera hecho un gran discurso. Por lo tanto, quedó desconcertado al ver que los Tralfamadorianos cerraban sus manecitas visuales. Sabía ya, por experiencia, lo que ello significaba: que estaba diciendo estupideces. '¿Le importaría... le importaría decirme –le preguntó al guía desanimado– qué es lo que hay de estúpido en esto?' 'Conocemos el fin del Universo –contestó el guía–, y la Tierra no tiene nada que ver con él, a excepción de que también será su fin.' '¿Cómo... cómo será el fin del Universo?' –preguntó Billy. 'Lo haremos estallar experimentando un nuevo combustible para nuestros platillos volantes. Un piloto de pruebas Tralfamadoriano aprieta un botón de puesta en marcha, y todo el Universo desaparece. Y así será.' 'Si lo saben ustedes –insistió Billy–, ¿no pueden evitarlo de alguna forma? ¿No pueden evitar que el piloto apriete ese botón?' 'Siempre lo ha presionado y siempre lo presionará. Siempre hemos dejado que lo haga y siempre dejaremos que lo haga. El momento ha sido estructurado así'."

Es lo que hay.

Comentarios

  1. Me encantó Juan, muchas gracias. Matadero cinco debería ser otros de los libros a integrar en los programas de secundaria. Así nos enseñan a sentir y ser mejores personas. Antes que memorizar datos irrelevantes

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    1. Muchas gracias amigo, es assi! he leido que en Estaddos Unidos si se lee a Vonnegut en los liceos, creo que es dificil encontrar el equilibrio entre el "Canon occidental" a instruir y las obras con un valor que sobrepase lo meramente formal. Abrazo gigante!!!!

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  2. Me encanta la manera en que cruzás épocas y manifestaciones artísticas.

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    1. Gracias Jime, se intenta....creo que la semana que viene va a ser muy diferente....ahi lo dejo!

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  3. Muy buena columna. Y muy buena recomendación.
    Hay un montón de films y fotos donde se da cuenta del horrible bombardeo de Dresde, una ciudad q no tenía ni destacamentos militares importantes ni industrias.

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    1. Gracias Diego!!!! tal cual, una ciudad destruida como simbolo, algo bastante actual. Gracias por tu apoyo!!!!

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