Lo que sí te puedo contar es que me llamo Mariana por la campaña de búsqueda de María Emilia Islas Gatti, Jorge Roberto Zaffaroni Castilla y su hija, Mariana. Campaña que se caracterizó por empapelar (al menos) Montevideo con la foto de los ojos de Mariana cuando era una bebé.
La gente dice que el nombre que te ponen, trae consigo una “marca” que influye indefectiblemente en tu vida. Algo hasta inconsciente. Y será pavada, mentira o casualidad, pero para mí que sí.
Y en esto de ser autorreferencial, estos últimos meses estoy muy cerca, emocionalmente, de esa campaña. Porque el vínculo mágico del que hablo no lo siento con Zaffaroni, lo siento con la campaña. Eso de estar buscando a alguien que soy yo, pero que fue otra.
No sé Raúl, ¿vos? ¿Sabés por qué te pusieron ese nombre? ¿Sentís que haya influido en tu vida?
Juan por mi abuelo, Guillermo por mi padre. Si influyó o no, eso no lo sé pero se que me da orgullo pues ambas personas fueron y son seres importantes en mi.
ResponderBorrarYo soy Jimena pero iba a ser Ismael pues en el 79 las ecografías no son la magia de hoy. El de mujer propuesto -Isabel- era el de una vieja amante de mi viejo y nones. Pero durante mucho tiempo fui la "hija de" careciendo casi que de nombre propio. Hasta me decían Carlita pero ya quedan pocos compas veteranos que lo traigan de ese modo. Difícil que alguien me diga por el nombre entero. Mi abuela me decía Jimmy, mis colegas y amigas Jime. Creo que la S al final de mi diminutivo es un acto de rebeldía de nombrarme a mí misma. Igual, ¿somos cuando alguien nos nombra? Yo creo que sí , por eso estos desgraciados no robaban solo niños, robaban sus nombres si ya los tenían o les inventaban otros que los hicieran invisibles ante sus familias verdaderas. Qué temita la identidad justo en este mes... Abrazote
ResponderBorrarComentario casi tan bueno como la columna.
Borrar"Los ojos de Mariana" y se me erizaron los pelos. ❤️
ResponderBorrarGracias Marian.
ResponderBorrarPoniendome al dia!!
Mi nombre se lo debo a Don Da Vinci.
Es decir, no tenían claro como ponerme, y el día que nací, mi abuela escuchó en la radio que decían un día como hoy nació Leonardo Da Vinci.
Reflexión 1: por suerte no nací dos días antes, mirá si en la radio decían que había nacido Hermenegildo Sabat.
Reflexión 2: lamentablemente no adquiri virtudes de Da Vinci, capaz que lo que si herede fue la indecisión hasta último momento :)