A medio mundo de distancia...
Era una mañana de cielo plomizo, donde el gris hacía sentir que uno está perdiendo su religión .
Sofía, una joven estudiante de Astronomía, soñaba con ser una mujer en la Luna .
Esa nueva Semana Santa, había emprendido un viaje hacia su tierra del corazón , Carmelo, Colonia, Uruguay.
Su objetivo era el reconocimiento de la tierra de sus ancestros, que en sus recuerdos, memorias y sueños aparecía recurrentemente como un antiguo pueblo fantasma, una leyenda que le había fascinado desde niña.
Sofía viajaba en un viejo autobús, conducido por un peculiar hombre llamado Mr. Richards que se hacía llamar Conductor 8 .
El trayecto era largo y cadencioso como un nado nocturno e inevitable.
No obstante, Sofía disfrutaba del paisaje y la compañía de los otros pasajeros del autobús, incluso a pesar de que su abuela siempre recomendaba que se cuidara porque todos te lastiman .
Al llegar a la casa de sus abuelos, se sintió parte del Apocalipsis, el final del mundo .
Se encontró con una calle desolada, cerca del cielo salvaje y un pasado vibrante. Sin embargo, no se dejó acoquinar.
Siguiendo el rastro de su corazón, divisó un antiguo relicario donde percibió una serie de extraños intercambios . De fondo estaba sonando un viejo gramófono con un único disco.
Al enfocarse en la escucha, una melodía melancólica llenó el aire. Se sintió parte de una imitación de la vida , verso de una canción alegórica que narraba la historia del pueblo.
La letra de la canción parecía relatar la desesperación de sus habitantes al sentir que el firmamento desgraciado se desploma sobre cada persona.
La voz del cantante daba el marco ideal, cerraba el círculo perfecto , cual eco del pasado resonando en el presente.
Sofía, conmovida por la canción, comprendió que el reconocimiento que buscaba no implicaba encontrar un objeto físico, sino recuperar la memoria viva de un pueblo perdido.
Era el murmullo que habla de la pasión y del recuerdo de sus habitantes, que resonaba en el viento del puerto, las grúas epilépticas y los inundados diques secos del otrora productivo astillero y en las ruinas de industrias abandonadas a la meteorología, con máquinas sin vida.
Con un renovado sentido de esperanza , Sofía decidió escribir un libro sobre la historia del pueblo.
Su objetivo era dejar un legado para las futuras generaciones y evitar que la pérdida de la religión se tragara la memoria de ese pequeño fotograma del final del mundo.
De regreso a la capital, Sofía sintió que cada día es suyo para ganar .
Había encontrado lo que buscaba, no un objeto material, sino una conexión con su pasado y una nueva apertura a la religiosidad, cual leproso puesto a prueba para un futuro venturoso.
NOTA: Siempre me hubiese gustado tener una hermana o hija que se llame Sofía. Mis padres eligieron otros nombres. Mi esposa quiso que nuestra hija fuera Paulina. Por eso acá, en TPLMP Blog, me doy el gusto y conozco a la Sofía que siempre quise.
Muy bueno el hilvanado de las canciones en texto.
ResponderBorrarViniendo de Ustét, es un excelente cumplido. La trama estuvo acompañada de 1 l de infusión de Illex paraguayensis, como corresponde. No obstante, reconozco alguna "licencia poética" en la interpretación del significado de las canciones, que espero sea reprochada por Alanis del Cordón.
BorrarMi primer cd fue un Out of Time. Lo compré y todavía no tenía dónde escucharlo.
ResponderBorrarEn mi caso y el de mi hermana, fuimos juntos a comprar nuestros primeros cassettes con nuestros primeros sueldos, trabajando como encuestadores. "Out of Time" de R.E.M. y "On every street" de Direstraits. Éramos giles para elegir, ¡aeh! Gastamos esas cintas en el Microsonic con doble cassettero y ecualizador de 10 bandas.
BorrarUn lindo ejercicio era ir al Palacio de la Música para encontrar casetes viejos de R.E.M. para mi hermana, que era fanática del Michael.
ResponderBorrarAy creo que soy tu hermana!!! Gente que busca gente...
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarCoincido con Ustét en varias cosas, por lo visto.
Borrar1- El nombre de pila de la consorte femenina.
2- También supe buscar cassettes en PDLM para mi hermana, fanática de la banda de Athens, GA.
3- La amistad por Martín de La Blanqueada.
Tremenda banda y preciosa columna.
ResponderBorrarDe acuerdo con lo primero.
BorrarDiscrepo con los segundo. Tengo un par de discos herniados.
Supe curtir REM por mucho tiempo.
ResponderBorrarVuelva a curtirlos, no va a arrepentirse.
BorrarREM entra en la categoría de bandas que tienen sonido propio. Escuchas unos acordes y ya sabes que son ellos
ResponderBorrarLa agrego, también, a la categoría de bandas que es imposible que no te gusten, en cualquier momento de tu vida.
BorrarMuy buena columna, me encanto!!
ResponderBorrarMuy agradecido por su devolución.
BorrarQue decir! La vengo disfrutando de a poco, porque esconde mucho! Arranque con Rem con Out of Time. Fui tan fanática, que llegué a mandar 12 dolares envueltos en diario y encofrados, varias veces, para pagar la suscripción del club de fans. Recibía newsletter, con estadísticas de miembros por países del mundo, y de Uruguay, había solo 1 en ese entonces....12 dolares en papel de diario, que llegaban por el correo uruguayo. I love rem, y Jaime, sos lo más!
ResponderBorrar¡No me tutee, por favor!
BorrarCuenta esto como cadáver exquisito??
ResponderBorrarIndependientemente de la respuesta, buen recurso.
Prefiero la imagen de "acordeón literario", tal vez por ser más rioplatense que el afrancesado "cadáver exquisito". Pero sí, me encanta ese recurso retórico.
Borrar"ah pero que bieeen!!"
ResponderBorrarGracias, Señor.
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