Héroes y heroínas con plumas

 

A veces intentamos rendir homenaje a hombres y mujeres que dieron su vida por determinado episodio de la guerra, ya sea en una misión arriesgada o simplemente por estar en el lugar equivocado y haber actuado con valentía o simplemente sentido común. Pero no es el caso de este artículo.

Hoy les voy a contar sobre los héroes y heroínas con plumas: las palomas mensajeras que ni siquiera pidieron ser parte de la historia pero que por sus actos de valentía, sin saberlo, llegaron a recibir la medalla “Dickin” que era entregada a animales por sus acciones de valentía en época de guerra. Esta distinción era equiparable a la Cruz Victoria, la más alta condecoración militar para un soldado, que reconoce su valor frente al enemigo.

Medalla Dickin.

Las palomas son usadas para enviar mensajes desde el tiempo de los griegos, ya que se utilizaban, por ejemplo, para transmitir los ganadores de los juegos olímpicos. El mismo Gengis Kan las utilizaba para enviar mensajes a sus ejércitos. Los expertos en palomas (los colombófilos) que se dedican a la cría, cuentan que la mensajera es un tipo de paloma caracterizada por su resistencia muscular y aerodinámica, llegan a volar hasta a 90 kilómetros por hora y soportan las inclemencias del tiempo. 

La mensajería es de forma unidireccional y ella siempre retorna a su nido o palomar. Una vez entrenada, a la paloma se la puede llevar en una jaula y al momento de enviar un mensaje se la suelta y ella retorna a su nido. Hay datos de palomas que recorrieron más de 700 kilómetros en un solo día y para lograrlo tienen que tener puntos en su recorrido para poder alimentarse y descansar.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Gran Bretaña inició la operación Columba (paloma, en latín), que fue el nombre clave de la misión que liberaría 16.000 palomas detrás de las líneas enemigas de la Francia ocupada por los nazis, cuyo su objetivo era mantener la comunicación con el frente de batalla. Este es el caso de Commando, un palomo que realizó más de 90 misiones exitosas y recibió la medalla “Dickin”.

Commando.

Las palomas eran lanzadas en las noches desde aviones, en paracaídas dentro de una caja hermética en cuyo interior se incluía un cilindro donde se introducía el mensaje, además de hojas de papel muy fino y un lápiz especial. De las 16.000 palomas lanzadas sobre Francia, solo regresaron a Gran Bretaña 1.800. Muchas eran capturadas por soldados alemanes simpatizantes del ejército nazi, o simplemente morían en sus cajas al no ser nunca encontradas. 

Cuando la misión tenía éxito y las palomas lograban regresar la información que traían, siempre era de gran interés para el MI5 (servicio de seguridad interna). También se las usaba para reconocimiento del campo de batalla: fueron los primeros drones que tomaban fotografías aéreas.

Cámaras fotográficas sujetadas a las palomas.

Soldado transportando su paloma para el envío de mensajes.

Paloma mensajera y el cilindro donde se introducía el mensaje.

La reina Isabel II y la princesa Margarita con una de las palomas mensajeras.

Cuando los nazis se dieron cuenta del uso de palomas por parte de los ingleses, desde Berlín vino la orden de abatir a toda ave que vieran dirigirse hacia el mar en dirección a Gran Bretaña. Pero esta no era una tarea fácil para los tiradores alemanes. 

Ante la dificultad de abatir a las aves, más que nada por su tamaño, llegó una nueva orden y los alemanes se vieron obligados a tomas otro tipo de medidas para detener el envió de mensajes mediante las palomas. Entonces pensaron en una hábil ave de presa, el halcón. 

Los alemanes entrenaron a los halcones para dar caza a las palomas y ante esta situación, desde Gran Bretaña tuvieron que ordenar a los tiradores aliados que dispararan a todo halcón o ave similar que vieran en tierras francesas, así como también en las costas inglesas. En estas últimas, el encargado del escuadrón era un coronel campeón de tiro que recorría toda la costa sur en busca de sus presas. Indudablemente es imposible llegar a conocer la cantidad de animales muertos por error al haber sido confundidos con una paloma inglesa, así como con un halcón alemán.

Halcón con su entrenador alemán.

Halcón capturando paloma.

Después de muchas idas y venidas, la guerra llegaba a su fin y las palomas y halcones fueron dejando de lado su enfrentamiento en el cielo quedando de a poco a un costado. No hay datos, al menos oficiales, sobre halcones condecorados por el ejercito nazi, pero sí de más de 32 palomas que recibieron el suyo por los ingleses. 

Un ejemplo de esto es el caso de la paloma Paddy, que llevó un mensaje que informaba que las tropas del desembarco el "día D” habían tenido éxito. Para esta misión en particular fueron empleadas muchas palomas, pero Paddy fue la primera en cruzar el Canal de la Mancha con éxito y en un tiempo récord de cinco horas.

Fue la única sobreviviente de su unidad, integrada por 30 de ellas. Murió en 1954 a la edad de 11 años, en su tierra natal. Recién en 2009 se descubrió una placa en su honor, para convertirla en la única paloma irlandesa en recibir sus condecoraciones.

Placa en honor a Paddy, 2009.

La paloma Mary obtuvo su homenaje por llevar un mensaje de la parte de Alemania tomada por los aliados a la ciudad británica de Exeter. Llegó a su destino con tres perdigones en su cuerpo y un ala totalmente lastimada por las garras de un halcón alemán.

Mary con su medalla Dickin.

De todas las palomas que formaron parte de la guerra, la que salvó más vidas fue William of Orange durante la operación “Market Garden”. Esta misión consistía en capturar una cantidad de puentes sobre los principales ríos de los Países Bajos mediante la participación de más de 2.000 paracaidistas. 

Durante esta batalla, los paracaidistas del noveno batallón quedaron aislados en la localidad de Arnhem en setiembre de 1944. Necesitaban refuerzos y no tenían equipos de radio. William los salvó de una muerte segura al ser capaz de llegar a su destino tras recorrer 420 kilómetros en cinco horas.

William of Orange.

La paloma Winkie, que voló más 190 de kilómetros para informar el lugar exacto en medio del mar en el que había aterrizado de emergencia un bombardero aliado. Y G.I. Joe, que logró salvar la vida de más de mil soldados británicos gracias a la entrega de su mensaje que informaba que dos ejércitos aliados estaban a punto de autoeliminarse en el sur de Italia. 

G.I. Joe era de origen norteamericano, aunque nació en Argel, África, y fue entrenada en los Estados Unidos. Sirvió en la Segunda Guerra Mundial en misiones de envío de mensajes y de reconocimiento. 

Murió en 1961 a la edad de 18 años. Su cuerpo se encuentra disecado y se exhibe en el Museo de Electrónica de Comunicaciones del Ejército de Fort Monmouth, en Nueva Jersey.

Winkie recibiendo su medalla Dickin.

G.I. Joe.

Este animal, muchas veces despreciado por los humanos, fue capaz de salvar muchas vidas durante la guerra, además de ayudar a vencer a los nazis. Las palomas se siguen usando hasta el día de hoy para el envío de mensajes en situaciones de catástrofe o sin medios de comunicación. 

Estos son solo algunos de los héroes que muy pocos conocen.

Hasta la próxima.