El origen de las frases cotidianas

En nuestra vida usamos muchas expresiones cuyo origen por ahí no tenemos del todo claro.

Por ejemplo, cuántas veces hemos dicho “Carlitos es un plato”, y todas esas expresiones que deben mortificar a los extranjeros que las traducen literalmente. Pues "Charles is a plate" no tiene ni pies ni cabeza. Neither feet nor head.

Pues bien, hoy nos dedicaremos a descifrar el origen de esas cosas que decimos sin saber mucho por qué.

Comencemos.

Empezamos con esta expresión, usada por Luisito. Les dejo el link, a lo mejor lo pueden escuchar:

Frase Luis

Hablamos de "no hay tutía". 

Parece que la frase tiene origen médico. Dicen los que saben que hace muchos años había un remedio llamado “Atutía” que servía para uno de los flagelos más grandes de la humanidad como lo son las hemorroides, y que tenía otras aplicaciones también como curar heridas y frenar hermorragias.

La atutía era fabricada con óxido de cinc. Nada hecho con el óxido de cinc puede ser bueno.

El tema es que cuando la herida era demasiado profunda, se solía decir: “no hay atutía que valga”. Tipo “no hay chance”, “no hay nada para hacer”, “no hay solución aparente”.

Con el tiempo se deformó “atutía” por “tutía”, con el uso que todos conocemos. Por eso, lo lógico sería escribir “tutía” todo junto.

Siguiente:

Hablamos ahora de “qué plato”. Que uno usa para referirse a alguien o a algo muy gracioso.

Parece que la frase es española pero se popularizó gracias al programa de Carlitos Balá que era auspiciado por “El Emporio de la Loza”.

Parece que el pnt terminaba con Carlitos diciendo “qué plato” después de un chiste, mientras rompía unos platos de El Emporio de la Loza.

Dato no menor: Carlitos está vivo, a sus jóvenes 96 pirulines, más que Mirtha.

Otra:

¿Alguna vez se preguntaron por qué decimos “por h o por b”? Pues bien, parece ser que la frase tiene un origen lingüístico.

Pues parece que en España, cuando había un dictado, los chavales solían equivocarse fundamentalmente en dos ítems. No por h donde iba, o ponerla donde no iba. Y poner b en lugar de uve, o viceversa. Entonces todos terminaban llevándose un bueno regular por h, o por b.

Recuerdo que en uno de los primeros dictados que tuve en la escuela, me equivoqué y puse baño con v. Recuerdo mi frustración cuando en la parada del 68 mi madre me dijo que iba con b. Un error que me marcó para siempre.

Pasamos ahora a otra frase

Ahora hablamos de una muy común en nuestra vida cotidiana: “una de cal y una de arena”.

Parece que en la construcción se usaba una mezcla hecha a partes iguales con cal y con arena. La diferencia central entre ambas es que la cal es más cara y es abrasiva, te hace daño al contacto con la piel.

Entonces se deduce que la cal es la mala, y la arena es la buena.

¿No lo convence? A mí tampoco. Otra:


Hablemos ahora de una frase que en el siglo XXI se redimensionó: “Agarrate Catalina”.

Parece que Catalina era trapecista en Buenos Aires, allá por los años 40, y venía de un largo linaje de mujeres trapecistas que se remontaba a su bisabuela. El tema es que bisabuela, abuela y madre murieron en el trapecio, murieron en la suya. Entonces la gente que iba al circo a ver a Catalina, sabedora de su triste registro familiar, le gritaba "¡agarrate Catalina!”.

La pregunta es: ¿murió Catalina?

Sí.

¿Murió en el circo?

¿Murió en el trapecio?

No.

¿Cómo murió?

Murió porque el hombre bala se estrelló contra ella.

Otra:

Hablamos ahora de “engaña pichanga”.

Parece que en quechua, ñanga significa “algo de poco valor”. Y “pichanga” es un vino que no terminó de fermentar.

Entonces cuando te daban un vino medio berreta, te estaban haciendo un ñanga pichanga, que derivó en engaña pichanga para esas cosas que te venden y que te hacen sentirte engañado.

Otra:

Hablamos ahora de una que la gente de edad usa habitualmente: “pipí cucú”.

Parece que tiene un origen inglés. Su significado sería “Perfect Quality”, cuya abreviación en inglés es PP QQ, y era un sello que venía en productos textiles de gran calidad.

Sin embargo la leyenda dice que la frase la inventó el púgil femicida Carlos Monzón queriendo decir merci beaucoup (para los que no saben ruso, significa "agarrame ésta"). Pero antes que Monzon parece que fue Alberto Olmedo el que la popularizó a partir de la sigla antes mencionada.

Creer o reventar.

Otra:

¿Me están dando bola? Porque precisamente hablamos ahora del origen de “dar bola”. Tiene un origen deportivo, si consideramos que el billar es un deporte.

Parece que cuando en los clubes de billar de principios del siglo XX llegaban jugadores que estaban para la chacota, los jugadores expertos y le decían al mozo: “a estos no les des bola”, así no podían jugar y preservaban el paño de la mesa.

Otra más:

Hablemos de la expresióna troche y moche”. Es como hacer algo de manera indiscriminada. Gastar a troche y moche, por ejemplo. No tiene nada que ver con alinear a Troche (foto) y a Mouche en ofensiva.

Parece que la historia se remonta al siglo XV, cuando la Reina Isabel la Católica mandaba derrumbar las torres de los nobles que traicionaban a la corona. Y las mandaba destruir a troche, de trozar, de partir algo en trozos, y a moche, de mochar, de quitar la punta o parte superior de algo.

De las últimas:

Otro clásico: “tirar manteca al techo”. No confundir con “tirarse manteca al pasto”, que era lo que hacía Nicola cuando pateaba Bengoechea o el Lucho Romero entre 1995 y 1997.

Que se aplica a alguien que vive de una manera opulenta, ostentosa, que gasta sin recaudos. Que derrocha, como César Sanguinetti. ¿De dónde es? De Rocha.

Parece que se originó en Francia, en un restaurante de París. Donde parece que un botija de alta alcurnia empezó a tirar manteca al techo usando una cuchara, buscando embocarle la manteca en el escote a una señora. Como no le dijeron nada, lo siguió haciendo, y la moda se contagió a todos los jóvenes adinerados de la época que derrochaban la comida para hacerse los graciosos y acosar a las mujeres.

Terminamos con un popurrí:

Cortarse el rostro. Que es tipo “te fuiste por la tuya”, “te aislaste”. Parece que en la cárcel, al buchón le tajeaban la cara y los demás lo aislaban. Te cortabas el rostro. O te lo cortaban.

Dorar la píldora. ¿Cuál sería el significado? Yo leí que es como atenuar el efecto negativo de una mala noticia, pero yo la uso como sinónimo de alcahuetear.

Sin embargo que el origen tiene más que ver con el otro significado.

Parece que la medicación era muy asquerosa, no venía recubierta con esas cosas dulces que le ponen al perifar, por ejemplo. Entonces, para que gente con problemas para tragar píldoras, la envolvían en dulce y la pasaban por fuego. Entonces, doraban la píldora.

Estar manija: viene de la manija que le tenías que dar a los autos antiguos para darle arranque. Por eso uno cuando está estimulado, está manija.

Pampa y la vía: parece que a principios del siglo XX, en el hipódromo de Buenos Aires era común que la gente se quedara varada porque se gastaba toda la guita y no tenía para volver a su casa. Entonces los dueños del hipódromo pusieron un servicio de tren gratuito para acercarte un poco, y ese tren te dejaba precisamente en Pampa y la vía.

Para terminar, una recomendación emergente: buena parte de la información que usamos, la sacamos de una usuaria argentina de Tik Tok cuyo usuario es @bsciuto a quienes invitamos a seguir. 

Y los que no tienen tik tok, que se hagan porque es muy útil para perder el tiempo sin necesidad de caer en Polémica en el Bar.

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