Misión Imposible: Una saga en mil palabras

 



Misión Imposible: Sentencia final, cierra una de las sagas de acción más importante de la historia; lo que comenzó como una serie de 1966 creada por Bruce Geller, fue llevada al cine en ocho oportunidades protagonizadas por Tom Cruise como el agente Ethan Hunt, personaje que nos ha dado grandes momentos de tensión, acción y diversión. 




En 1996 quedó en manos de Brian De Palma dirigir Misión Imposible, su trama nos presenta a su protagonista, quien, tras una misión fallida y la pérdida de su equipo debe buscar respuestas mientras es perseguido como sospechoso. Para ello debe realizar la primer gran proeza de esta saga, infiltrarse en la sede de la CIA y robar información crucial, secuencia que se encuentra entre los clásicos del cine y que ha sido referenciada en un sinfín de oportunidades (aunque paradójicamente es en sí misma una referencia a otra película, pero esa es una historia para otro día). De Palma imprime su estilo apuntando fundamentalmente al espionaje, sin descuidar la acción con la secuencia antes nombrada y el tramo final en un tren que son el disfrute de los fanáticos del género. 


En el año 2000 sería el turno de John Woo de dirigir Misión Imposible II, totalmente diferente a la anterior, fiel reflejo de lo que eran las películas de acción de esa época y del estilo de su director. Si bien esta es quizá la más resistida por parte de los fanáticos, no puedo negar el carácter de placer culpable que me genera esa dosis de acción sin cesar, peleas imposibles, palomas volando en cámara lenta, mientras el agente Hunt intenta recuperar un virus mortal y su cura, sin olvidar la banda sonora. 


El elegido para dirigir la tercera fue J.J. Abrams, quien en 2006 dejó su estilo marcado en Misión Imposible III. Aquí tenemos la versión más humanizada de Ethan Hunt, retirado del campo, pensando en una vida fuera de la Agencia y fundamentalmente enamorado, a punto de casarse, a diferencia de las películas anteriores en las cuales tuvo un affaire con la esposa de su jefe de equipo y luego un vínculo con una ladrona más del estilo de una “chica Bond”. Se ve obligado a volver a la acción y enfrentar al mejor villano de la saga, interpretado por Philip Seymour Hoffman, quien sólo con un monólogo pone al espectador en alerta sobre el riesgo que está corriendo el protagonista y deja, además, uno de los misterios más grandes de la saga, ¿qué es la pata de conejo?


En 2011, Misión Imposible: Protocolo Fantasma, dirigida por Brad Bird: el agente Hunt está detenido en una prisión rusa, sin su esposa e iremos sabiendo que les ocurrió a lo largo de la película. Esta vez hay que impedir que un científico extremista lleve adelante un ataque nuclear, lo interesante de esta película es como vuelve a retomar importancia (o mejor dicho mayor) el equipo y además como éste se ve complicado porque los elementos que han sido utilizados desde la serie fallan, el gobierno desmantela la IMF y todos los gadgets que normalmente utilizan no funcionan adecuadamente, dejando a los agentes dependiendo exclusivamente de su valor e ingenio y con una gran secuencia que combina a Tom Cruise con un edificio en Abu Dabi. 



A partir del 2015, con Misión Imposible: Nación Secreta, se da un cambio en la saga ya que Christopher McQuarrie dirigirá las cuatro siguientes, lo que hará que su tono sea similar y las tramas más interrelacionadas. En esta película el agente Hunt, prófugo, busca a El Sindicato, una organización criminal de la que sólo él cree en su existencia. Es una película de espionaje en la que podemos destacar como gran secuencia de acción la que se desarrolla en un avión quedando Tom Cruise sujetado de su puerta en pleno despegue y posteriormente en el aire, esta escena fue utilizada para publicitar la película. Cuenta además con un guiño a la serie ya que la tienda de discos donde Ethan se enfrenta por primera vez al villano Solomon Lane es la misma del episodio piloto de ésta. 



En 2016 se estrenó Misión Imposible: Repercusión, mi preferida de esta saga, aquí estamos ante una gran película de espionaje con grandes escenas de acción, especialmente el salto en paracaídas y la pelea en el baño de un club, aquí el objetivo es detener a lo que queda de la organización de Solomon Lane y evitar que este escape, lo que hará que el equipo de Hunt y él mismo tenga que arriesgarlo todo hasta un clímax que deja sin aliento. 



Misión Imposible: Sentencia mortal, parte 1, de 2023, si bien no fue un éxito de taquilla, estamos nuevamente ante una buena película en la que en sus casi tres horas de duración acompañamos al agente Hunt en su búsqueda desesperada por obtener unas llaves que permitan controlar a una inteligencia artificial que tiene a todo el mundo en jaque. Con una secuencia con una moto saltando al vacío para alcanzar un tren Tom Cruise nos vuelve a maravillar con el extremo al que puede llevar a su personaje, dejándonos además un final abierto para su próxima aventura. 




Y así, en 2025 llega Misión Imposible: Sentencia final, en la cual se apuesta todo para detener a la Entidad, que tiene a todo el mundo sumido en el caos y la desconfianza mientras toma control de armas nucleares. Esta película, pese a ser buena, no está a la altura de las dos que la precedieron, pero es un buen cierre para toda la saga, hay homenajes a ella a lo largo de toda la historia y cuenta con dos de las secuencias que van a quedar en el recuerdo, una en un submarino y la otra con dos aviones. Quizás donde fallan estas dos últimas películas es en el villano humano, que termina siendo caricaturesco. Queda claro el mensaje que se nos quiere dar acerca del riesgo actual que corremos como sociedad y una apuesta a lo fundamental que es el confiar en el otro.       

       





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