Avispa... No la confunda con una Abeja, por el bien de Nelson (Abeijón). |
La entrada anterior, hablé sobre el Gusano, ahora toca hablar de la Avispa. Estoy escribiendo antes de la jornada electoral del balotaje, del domingo 24 de noviembre, con la esperanza que la avispa pícara logre derrotar al gusano impresentable. Espero que Ustét, ¡Oh estimado lector!, se sume al juego de los supuestos, suposiciones, supositorios, respecto a "Quién es Quién", en esta próxima compulsa. O por lo menos, que se comunique con Gustavo Vaneskahian para intentar dilucidarlo.
Este jueves 21, un amigo me avisó que el próximo 30 de abril de 2025, una banda que supe “curtir” en mi más tierna adolescencia, toca en Buenos Aires. Su líder, tiene un pseudónimo revulsivo, “Blackie Lawless”, traducible como “Negrito Anárquico” (espero que “The Football Association” de Inglaterra, no me suspenda la colu[c]na varias semanas por usar algunas palabras).
W.A.S.P. es una banda que intentaré presentar en esta nueva entrada. También el disco “The Crimson Idol”.
W.A.S.P. nunca fue una banda de “Glam” o “Hair Metal”. Algunos pueden pensar que el Metal es “apenas” una elección de estilo de vida… Para mí es algo profundo, una especie de pasión genuina. No creo que los primeros tres álbumes sean parte de la escena Glam. W.A.S.P. siempre ha dado puro Heavy Metal. La apariencia, sus ropas, sus pelos, engañan. Algunas letras, también. Pero la música… El primer álbum está repleto de riffs, y las canciones están arraigadas en el Heavy Metal. El rasgado de la voz de Blackie, es típicamente Metal.
The Crimson Idol (El Ídolo Carmesí) es un álbum raro, aunque los Metaleros estamos de acuerdo en que es una obra maestra.
La banda tomó una dirección musical más seria, incluso antes, en el cuarto álbum, con “The Headless Children” entregando una atmósfera oscura y letras que invitan a la reflexión. Después de eso, la banda experimentó un paréntesis, durante el cual Blackie Lawless, el corazón y el cerebro detrás de W.A.S.P. (fundador, líder, letrista y principal compositor), creó “The Crimson Idol” como un proyecto solista. Parece que fue el sello discográfico que lo persuadió de lanzarlo bajo el nombre de W.A.S.P., y así tuvimos uno de los mejores álbumes de música de la hissstoria.
La banda, luego de este álbum de 1992, pasó por algunos cambios en su integración, luego una nueva disolución, para finalmente volver a reunirse y producir álbumes de excelencia y profundidad musical, siguiendo la filosofía establecida por “The Crimson Idol”. Hubo una excepción, más “Rock”, con el álbum “Helldorado”, con letras y música más accesible.
Me gusta el Rock y el Metal Progresivo, por lo que este “The Crimson Idol” me llamó la atención desde su lanzamiento. La presentación del concepto del álbum que hace Blackie Lawless es conmovedora, lírica y dramática, por lo que uno se identifica con el protagonista conceptual del disco, Jonathan. Aunque… La verdad que eso de contar la vida de una estrella exitosa que lucha con las trampas de la industria en busca de amor, aceptación y conexión con el otro, parece un cliché para “blanditos”. Pero la historia en “The Crimson Idol” tiene una narrativa hermosamente estructurada, desde la presentación del protagonista y sus luchas intestinas (aquí no puedo evitar la referencia a “The Struggle Within” de MetallicA en su “Black Album” de 1991), con un derrotero que lentamente conduce a un clímax conmovedor y sorprendente.
El disco deja claro que la historia no es solo sobre Jonathan, sino sobre el deseo humano universal de amar y ser amado. Somos seres pensantes, pero también sintientes y amantes, necesitamos generar conexiones genuinas, que nuestras redes sean realmente sociales, más virtuosas que virtuales, para combatir la soledad en una sociedad que pondera en mayor medida la superficialidad y el interés personal, por sobre la complejidad y profundidad del constructo colectivo.
La voz de Blackie Lawless tiene una fuerza considerable, sea en un canto poderoso y áspero hasta en los gritos agresivos y desgarradores. En cada grito agresivo o suave melodía, imprime sensación de dolor, desesperanza, desesperación, para luego irrumpir con un grito de salvación. La percusión tiene un excelente marco, con ritmos sincopados que complementan perfectamente la música y la voz.
El álbum incluye tres “Power Ballad”, todas destacables. Sí, estimado lector, leyó bien. Tres baladas poderosas en el mismo disco. “The Idol” y “Hold on to My Heart”, se destacan como algunas de las mejores Power Ballad Rock/Metal de la Historia. Pegadizas, dramáticas, orgánicas.
“The Idol” captura la esencia del nihilismo existencial. El protagonista, convertido en un ídolo, se encuentra vacío por dentro, a pesar de su éxito “visible” desde el exterior. Su propia existencia, vaciada de contenido, ha perdido significado. Incluso en la cima del éxito, el protagonista no encuentra un propósito auténtico y se siente alienado del mundo.
El protagonista, en su búsqueda de identidad, recurre a la razón y al intelecto, fracasando. Descubre que la razón no puede llenar el vacío existencial que siente. Esta búsqueda infructuosa de la verdad a través de la razón es un tema recurrente en la filosofía occidental.
Las ideas de Foucault sobre el poder y la representación son relevantes para entender la canción. El protagonista se convierte en un ídolo, una representación de algo más grande que él mismo. Sin embargo, esta representación es construida y manipulada por las fuerzas del poder, como la industria musical, los propios medios de comunicación. Sugiere que la identidad es una construcción social y que el individuo puede ser fácilmente cosificado y controlado.
El existencialismo, con su énfasis en la angustia existencial y la búsqueda del significado en un universo aparentemente absurdo, también asoma en “The Idol”. El protagonista experimenta una profunda angustia existencial al darse cuenta de la finitud de la vida y la falta de un propósito inherente. La canción captura la sensación de estar solo en un mundo hostil y la lucha por encontrar un sentido a la existencia.
“The Idol” puede interpretarse como una exploración de la psicología del ego, la fama y la soledad. El protagonista representa el arquetipo del artista que busca la validación externa a través del éxito, pero que finalmente se da cuenta de que la fama no puede llenar el vacío interior. La canción también aborda, además, la depresión, la ansiedad y la alienación social.
“The Idol” es compleja y multifacética. Nos invita a una profunda reflexión sobre la condición humana, con un sonido potente y poderoso. Nos invita a cuestionar nuestras propias vidas y a buscar un significado más profundo en un mundo que a menudo parece carecer de sentido.
No estamos solos. No estemos solos. Seamos con el otro. Seamos con otros.
Rolete nunca escuché Wasp, voy a intentar con el disco este que decís que tiene un tinte "oscuro" a ver que tal, y dps te comento. Muy bueno que tengas planificado ir a ver una de las bandas que marcaron "tu pefil" metalero, es algo que hay que hacer en algún momento. Saludos
ResponderBorrarAvisemé si le gusta y armamos excursión.
BorrarBuenas noches,más vale tarde que nunca,ese amigo fui yo,je...bueno que decir,te veo ahí imperdonable,para mí segunda vez en verlo.. primera en bsas colegiales.2010 fui solito..bueno me encantó esto, saludos para todos
ResponderBorrarVeo que se arrima más gente a este fogón virtual de TPLMP Blog.
BorrarMedio "Caribeño" la entrada, pero voy a reservar algo de "Aguinaga" para comprar la entrada.
Bien ahí ..avise y sacamos una bañadera..jaja vale la pena amigo... excelente el blog saludos
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