Desde marzo/abril del 2022, tengo la firme sospecha de que alguien tiene acceso a todas mis comunicaciones en internet.
He realizado gestiones y consultas en los más variados ámbitos, incluida una llamada telefónica con el soporte de Google (beneficio que tienen todos los suscriptores de Google One). Hice click en "soporte", al instante recibo un llamado desde un número del extranjero (creo era desde USA), y una voz centroamericana masculina comenzó a orientarme en que pasos seguir. Pasados un par de minutos, abruptamente se cortó la llamada, y acto seguido recibo un nuevo llamado, pero desde un número uruguayo, con una voz masculina centroamericana, que me resultó ligeramente diferente a la anterior. Cosa curiosa. Al minuto medio mi interlocutor calló, pero la línea siguió conectada durante un par de minutos más, donde a intervalos yo enunciaba algún "hola", "hooola", "¿me escucha?". Esto sucedió en agosto del 2022. No recuerdo en cuál de los llamados me hicieron entrar en una dirección web, aparentemente de Google e ingresar no recuerdo bien (tampoco) que dato.
Mi entorno y mi terapeuta dicen que estoy paranoico, el agente policial de la seccional me dijo en mayo del 2022 "si no hay delito no le puedo tomar la denuncia", un conocido experto en redes, que trabaja para el organismo internacional más conocido del mundo me preguntó (riéndose con sorna) si yo era "millonario" para despertar tal interés, y podría seguir citando muchos ejemplos más de respuestas dei entorno cercano.
Luego de esta 'breve" puesta en contexto, quiero compartirles esta Carta para Hacker (es la décima más o menos), que aproximadamente a medio trecho de su redaccion se tornó en este nuevo Devaneo.
Hacker:
Entiendo ese sentimiento de poder que tenés sobre mí, y seguramente sobre otras personas. Tus motivos tendrás. No nacemos de un repollo. Dedicaste una gran parte de tu vida para tener ese poder, y esta responsabilidad. Por supuesto que no tengo ni la más remota idea de quién sos, ni cuáles son tus motivos para hacer esto. Si lo hacés por plata, por venganza, por quedar bien con alguien más, por hacer el bien, por hacer el mal, por diversión , por aburrimiento. Vos sabrás el motivo y el valor de lo realizado.
Te recomiendo una película, que me recomendaron hace muchos años. Se llama Los Límites del Control, de Jim Jarmush. La primera vez que la ví, no le encontré mucho sentido. Pero tiene lo suyo, ya lo verás.
Siempre hay alguien, algo, más allá, más arriba.
Y nuestra visión del todo siempre es parcial. En algunos juegos el azar no tiene un peso determinante. Por ejemplo, en el ajedrez, cada pieza, en cada movimiento, y en cada posición, cumple un rol. Y su acción se lleva a cabo cuando la mueve una mano. A esa mano la mueve un pulso eléctrico que viene de un cerebro. Ese pulso, se genera por todo lo que ha vivido ese cerebro. Y todo lo vivido por ese cerebro viene de ...
En fin. Se trata de eso. Nada menos ni nada más.
El invasor invadido.
El agresor agredido
El creador creado.
El objetivo objetado.
Entre el ajedrez y el ludo, otro Devaneo Sesudo.
Veré la peli.
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