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Manuel Oribe, Carlos Federico Lecor, Fructuoso Rivera y Juan Manuel Lavalleja. |
Buenas a todos. Esta vez, la Caja de Chocolates se abre para recordar un feriado que siempre pasa desapercibido.
El 12 de octubre es una fecha donde, además de recordar el "Descubrimiento de América" por parte de Colón, con todos los beneficios de integrar a este continente y a todas sus culturas a la civilización occidental y cristiana que eso implicó, con todos sus intachables valores y su innegable superioridad moral frente a la barbarie, en la misma fecha en nuestro país también tenemos una conmemoración: la valiente arremetida del elenco oriental, dirigido por Juan Antonio Lavalleja, contra el combinado luso-abrasilerado del "Barón de la Laguna" Carlos Federico Lecor. Una brega que despejó el camino hacia un viejo anhelo de Artigas, “la Sext…” no, mentira. La reincorporación de la Provincia Oriental a la Confederación Argentina. Esto tuvo lugar en el año 1825, donde tantas cosas pasaron.
Aquí la historia que nadie te contó.
Campamento oriental, cerca del arroyo Sarandí. Madrugada del 5 de octubre de 1825.
Se acercan dos jinetes al trote. Como nadie sale al cruce, uno de los jinetes pega el grito.
-Cheee, ¿todos durmiendo acá?
Lavalleja en realidad ya se había despertado. Había cenado algo de charque, y como le cayó mal, se levantó presuroso y había ido a evacuar atrás de los arbustos.
-No, no -contesta. -Acá estoy, ya voy con ustedes- se escucha desde detrás del follaje.
Pasados unos minutos de esfuerzo valeroso, emerge Juan Antonio de los arbustos, acomodándose el cinturón. Se encara hacia el jinete que había pegado el grito.
-¿Lo trajiste?- le pregunta Lavalleja.
-Si, mi brigadier. Bajá del caballo, gallego, y presentáte.
-Buenos días, su Excelencia. Soy Bernardo Castillos de Tortosa. A vuestro servicio.
-Opaa, un apellido de alta alcurnia- dijo Lavalleja, estirándole la mano al español con la intención de saludarlo. Este, lo mira fijo, como diciendo "¿te parece?".
-En realidad, vuestra merced se equivoca. El único contacto que tuve con mi madre fue cuando me parió en los ejidos de los castillos de Tortosa, el pueblo donde nací y de donde tomé el apellido. Fui amamantado por ovejas hasta que me encontraron unos pastores. Luego fui adoptado por un monje ciego, que me tomó de lazarillo. Con los años me tomó cariño, y en el monasterio donde vivía aprendí a leer, escribir y a hablar latín.
-Eso está bueno- interrumpe Lavalleja. -Es que si hoy no manejás latín en las redes estás muerto. ¿Cuál es tu currículum?
-Allá en España le llevaba las cuentas sociales a la Oficina de la Real Audiencia de Sevilla, luego crucé el océano para trabajar con la difusión de los jesuitas, pero luego me abrí y me largué free lance.
-Tenés unos buenos antecedentes, gallego- interviene Rivera, que venía saliendo desde una toldería donde Bernabé había pasado la noche junto a 4 chicas charrúas.
-Y bien que nos van a venir sus oficios- acota Lavalleja. -No dejaste dormir a nadie, Fructuoso.
-Yo en realidad hice guardia de noche. Me fui 2 leguas hacia el sur, a ver si veía algún bayano.
-¿En qué consideran vuestras mercedes que puedo serles de utilidad?- pregunta Bernardo, tratando de reencauzar la conversación.
-Mirá, Bernardo, nosotros necesitamos gente- dijo Lavalleja. Pero nos cuesta convencer a la paisanada a que se nos una. Justo ahí anda Oribe. Él te puede contar. Che, ¡Oribe! Vení pa´ acá. Contale al gallego cómo te fue tratando de levantar gente el otro día.
-Bueno- dice Oribe, recobrando el aire luego del pique corto que se había pegado hacia donde lo llamaban -Fuimos a hacer la leva para armar las tropas, y pensamos en apelar al sentimiento patriótico, el legado de Artigas y coso, pero los paisanos ni saben lo que fue el Federalismo, ni las "Instrucciones del Año 13", ni nada.
-Es que ya ni se estudian en la escuela porque con la reforma educativa de Lecor ya no se enseña eso- acota Rivera.
-También pasa que la gente si no es por un Tik Tok, no da bola- dice Lavalleja.
-Claro- prosigue Oribe. -Fuimos, imploramos, pedimos por ir a buscar la patria, la patria de Artigas, que la teníamos que hallar. ¿Y podrán creer algo? Se nos hizo aguja en un pajar.
-Pensándolo bien, queda buena para una canción ¿no?- dice Rivera.
-Entonces, lo que estaríais necesitando es una campaña en redes, ¿no?- pregunta Bernardo.
-Eeeeeso mismo- dice Lavalleja.
-Bueno, lo primero que se me ocurre es un reel, una historia de Instagram, algo de eso.
-Mirá, lo que pensaba es en armar algo, puede ser un video con la Cruzada Libertadora a la vez que explicamos las principales proclamas. También podemos mechar las leyes que aprobamos el 25 de agosto en la Florida. Quizás con eso podemos soliviantar los ánimos.- dijo Juan Antonio, empezando una lluvia de ideas.
-No, eso es un poco demodé. Si hay algo que aprendí en todo este tiempo es que la gente no sigue ideas, eso es de "rojos". La gente es emotiva, prefiere seguir personajes carismáticos, más allá de lo que digan o dejen de decir. Es mucho más fácil que aplicarle la filosofía aristotélica, como esa con las que los jesuitas les achataban las bolas a los indios en las misiones. Bah, con eso y con las máquinas de torturas que les aplicaban cuando se olvidaban de leer la biblia. Creo que su Excelencia lograría mayores adhesiones si centra la campaña en vuestra persona. Vamos a hacer lo siguiente, muestre los bíceps, las patillas, revolee la melena. Hable con la mejor voz de caño que pueda proyectar, que yo ya saco el móvil y hacemos un vivo.
-Bueno, está bien. ¿Dónde me pongo?
-Súbase al caballo. Adopte una pose sexy, viril, y cuando le diga, responda las preguntas personales que le voy a hacer. Para que lo conozcan mejor.
-Bien.
-Filmamos en 5, 4, 3, 2, 1..."¿Barrio?"
-"Eh...Malvín, Malvín"
-"¿Signo"
-"Capricornio, muy de capricornio."
-"¿Película favorita?"
-"Este...Rápido y Furioso."
-"¿Su finde perfecto?"
-"Mmm...levantarme temprano y hacer ejercicio, ¿no?"
-LISTO. Se sube. En unos días veremos los resultados. Ya va a ver cómo se le suma la gente.
Una semana después, el 12 de octubre, gracias a la campaña en redes y a la velocidad de conexión que proveían las antenas 5G que Lecor había instalado en la campaña, el ejército oriental logró sumar una importante cantidad de efectivos para pelear contra los luso-brasileños, que a su vez se presentaron en gran número en el campo del Sarandí y aprontaban la brega.
Sobre una loma, en sus caballos, estaban Lavalleja, Oribe, Bernabé y Bernardo Castillos de Tolosa, quienes observaban el panorama.
-Pahhh, vinieron una banda de brazucas. Yo pensé que como era feriado no iba a venir tanta gente.- dice Bernabé.
-¿Vos sos medio lelo las 24 horas o parás cuando dormís?-le dice Lavalleja.
-Esto es la ostia- dice, exaltado, Bernardo. -Han venido muchos orientales. Ahora, lo que necesitamos hacer un vivo. Ustedes lo tienen que hacer desde sus móviles. Y yo necesito una cuenta de respaldo, por las dudas.
-Yo presto la mía- dice Bernabé. Es @charrualover1797
-Veo que vuestra merced es muy cercano a los nativos.
-Sí, bastante. Re compinche, junto a Fructuoso.
-Se podria decir que os dejáis la piel por ellos.
-Jaja sii tal cual. Sos re loco, gaita.
-Sos un genio, gallego- dice Rivera, quien volvía al galope en su caballo y volvía de escurrirse entre los montes para espiar los movimientos enemigos.
-Gracias, su excelencia. Ahora vamos a transmitir en vivo la batalla, así podemos conseguir muchos más seguidores. Necesitamos un grito de guerra previo.
-Bueno- dice Lavalleja. ¿Tenés la cámara pronta?
-Sí. Usted hable cuando quiera.
-"¡Orientales! ¡Les vamos a romper bien el orto a estos brasileros eeeeh!
-No, no, no- dice Bernardo, que cancela el video. -Esto debe ser capaz de enseñarse en las escuelas. No podemos decir eso.
-Bueno, entonces...ta, ya sé. Vamos de nuevo.
-Listo, vuestra merced. Cuando disponga- dice Bernardo, mientras le apunta con el celular.
-"¡Orientales! ¡Carabina a la espalda y sable en mano!"
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Las tropas orientales, comprometidas con el deber patriótico de subir un video de la batalla para la posteridad. |
Briyante, asi con y de yuvia
ResponderBorrarMuyas grayias por leer, estimado
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